Hoy en día, estamos ante
una situación verdaderamente perjudicial para nuestra integridad
mental y física en varios aspectos: las tasas de desempleo suben sin
cesar, las familias carecen de recursos para sobrevivir
saludablemente, las tensiones en el hogar, las noticias poco
esperanzadoras de los medios de comunicación, el observar la
necesidad en uno mismo y en los demás, etc... que generan una oleada
de emociones desagradables como angustia, malestar, tensiones
diarias, incertidumbre, desesperanza, alteraciones en el estado
anímico, aumento de las rumiaciones, entre otras, que están
generado un notable declive en la salud de la población.
Cada vez son más casos
los que encontramos de personas que han llegado a “ su limite” y
se sienten desorientadas y desbordadas, con niveles de ansiedad
elevados que pueden generar crisis de ansiedad si no se gestiona de
manera adecuada.
En las sociedades
modernas, siempre se ha abusado de los términos psicológicos como
estrés, depresión, paranoia, etc. sin embargo son palabras que
requieren de una mención y unos conocimientos especiales. Tal y como
decíamos, el aumento de los niveles tensionales ha provocado que
cada vez se concentren en nuestros hospitales sujetos que presentan
ataques de ansiedad repetitivos y que pese a la medicación, no
logran gestionar de manera saludable dicha situación. Por ese
motivo, desde Psicoespai, les vamos a explicar que son los ataques de
ansiedad, sus causas y como podemos hacer para vencerlos de manera
exitosa.
¿ qué es la crisis
de ansiedad?
La crisis de ansiedad es
una aparición temporal de miedo y malestar muy intensos, que suele
alcanzar su máxima expresión en los primeros 10 minutos y va
acompañada de cuatro o más de los siguientes síntomas:
- Sudoración
- Palpitaciones
- Temblores
- sensación de ahogo o falta de aire
- Opresión o malestar torácico
- inestabilidad, mareos o sensación de desmayo
- sensación de irrealidad o despersonalización
- miedo a perder el control
- miedo a la muerte
- cambios de temperatura corporal
¿ Porque aparece la crisis de
ansiedad?
La
acumulación de situaciones que percibimos como desbordantes, el
exceso de preocupaciones, etc; genera unas emociones negativas que
se van acumulando en nuestro organismo día a día y que requieren de
un buen proceso de adaptación. Si por el contrario, nuestra vida
diaria va generando momentos de estrés a través de la sobrecarga
mental ( pensamientos, rumiaciones, ritmo diario, entre otras), es
posible que llegue un día que ante una situación que llamaremos
“detonante” por el exceso de emociones que supondrá, el
organismo no aguante más la presión e inicie una crisis de
ansiedad.
La
respiración juega un papel fundamental en el mantenimiento de dicha
crisis. Cuando estamos nerviosos, la respiración aumenta
considerablemente y la musculatura torácica entra en acción y eso
requiere de un desgaste energético superior. El organismo percibe
que el oxigeno que entra en nuestro cuerpo no es suficiente y empieza
a crear un estado de alerta, aumentando así el riesgo de
hiperventilación.
Al
tiempo que sucede todo este proceso físico, a nivel mental, aparecen
un conjunto de pensamientos como por ejemplo: “ me voy a morir”,
“ no puedo respirar”, “ que me está pasando”.... que lo
único que consiguen es aumentar considerablemente los niveles de
ansiedad, provocando así, un empeoramiento de la situación actual.
¿ Qué debemos hacer?
Hay
dos factores decisivos para que los niveles de ansiedad se
restablezcan. Uno es el plano físico y otro guarda relación con la
gestión del estado mental.
A
nivel físico, es importante restablecer la respiración y devolver
de ese modo el oxigeno que le estamos privando al cuerpo. Para ello,
podemos utilizar una técnica de respiración breve y sencilla, que
consiste en respirar profundamente cogiendo aire por la nariz y
expulsándolo por la boca, sin forzar, hasta sentir que ya no sale
más aire por ésta. Seguidamente, hacer una pausa y retomar de nuevo
la respiración hasta realizar el ejercicio 5 veces. El control de la
respiración, requiere de entrenamiento diario para poder gozar de
una buena salud respiratoria.
A
nivel cognitivo ( mental) , es un poco más complejo el trabajo, ya
que precisa de un buen conocimiento personal de tu modo de pensar y
tus recursos de afrontamiento. Para ello es imprescindible, empezar a
escucharte mejor, dedicar tiempo a descubrir tus puntos débiles y
registrar aquellos pensamientos destructivos que generas en
situaciones de alarma, para, posteriormente modificar-los por otros
más funcionales. Cuando una persona, se encuentra en estado
ansioso, su mente genera unos pensamientos destructivos, que puede
llegar a creerse y aumentar el malestar. Es importante, aprender a
discriminar los pensamientos saludables de aquellos destructivos.
Llegar
a controlar la ansiedad, no es un proceso sencillo y requiere de un
cambio a nivel mental y físico que es costoso de alcanzar de manera
autónoma. Es cierto, que existen sustancias químicas ( como los
ansiolíticos) que facilitan temporalmente, el disminuir los niveles
de ansiedad, sin embargo, no son suficientes, ya que tal y como hemos
comentado en el párrafo anterior, existe un componente mental muy
importante que requiere ser controlado y únicamente lo puede
alcanzar la persona gracias a su auto-conocimiento y auto- gestión.
Por ese motivo, si te sientes identificado con el artículo expuesto
no dudes en solicitar ayuda inmediata a un profesional de la
conducta, como el psicólogo/a, para que te facilite las herramientas
necesarias para vencer la ansiedad de manera exitosa.
El
equipo de Psicoespai.
C/
Sant Joan nº4 3º 1º
Sabadell
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