miércoles, 14 de diciembre de 2016

CONSEJOS A TENER EN CUENTA AL ELEGIR LOS REGALOS DE NUESTROS HIJOS


Ya están aquí las Fiestas Navideñas, impregnadas de “ Felicidad,  abundancia y  Generosidad”...unas fechas que están teñidas de blanco y donde los más pequeños, son los protagonistas, sin embargo no olvideis que las celebraciones no tienen edad y todos nos podemos beneficiar de ellas.

Hay que  tener en cuenta que la cantidad de regalos, no solo en las fiestas, sinó a lo largo de todo el año, puede generar en los niños y adultos, que la ilusión se pierda. Estamos en una sociedad donde el consumismo y la tecnología, ha generado que cada vez a menor edad, las personas generemos necesidades cada vez menos importantes y mas costosas.

Los regalos, no dejan de ser un complemento más de las fiestas, quizás el más relevante para los niños, pero hay otros beneficios a tener en cuenta como: el reencuentro, la unión, la generosidad, el secreto, las comidas, los recuerdos, las risas, acordarse de los que ya no nos acompañan, la ilusión, el compartir, etc..  

Desde Psicoespai, nuestro equipo profesional, les facilita algunos consejos para aquellos padres o familiares que quieran una saludable recomendación a la hora de elegir los regalos para estas fechas:


  • Un juguete educativo, no es sinónimo de juguete aburrido. Muchos padres, consideran que los regalos son para disfrutar y creen que aquellos que tienen fines más pedagógicos restan diversión.


  • Hay juguetes para todos los bolsillos, por tanto, no hace falta que gastéis mucho dinero en juguetes o juegos que tienen un coste demasiado elevado, dado que el mercado y la competencia nos proporciona mucha diversidad de precios y regalos.

  • Debo pensar en como es el menor, en sus características personales, en lo que realmente le gusta y para ello, es importante ser un buen observador y oyente. Parece increíble, pero aún hay personas que eligen los regalos, bajo su punto de vista pero no teniendo en cuenta como es la persona a la qual le van a hacer el regalo.

  • Las edades recomendadas que aparecen en las cajas de los juguetes, son orientativas y muy útiles cuando los niños/as a los que se le quiere comprar el juguete tienen una edad entre 0 y 4 años, ya que a esas edades la elección depende más de los padres; pero cuando se trata de juguetes para edades superiores, los pequeños ya tienen criterio suficiente para proponer sus preferencias.

  • Tened especial cuidado con los videojuegos, móviles y los regalos que suelen crear una adicción en los más pequeños. Recordad que hay muchos obsequios que es importante que sean usados con un control estricto por parte de los adultos. Es imprescindible, que en este punto, les aconsejamos que pongan horario y limites a sus hijos sobre el tiempo que dedican a esta actividad.

  • Para aquellos juguetes que son para bebés, tened cuidado con los materiales y piezas pequeñas, es importante tener en cuenta que cuando los niños son muy pequeños, están empezando a conocer el mundo que les rodea y lo hacen tanto con la boca como con el tacto.

  • Recordad que cualquier juguete puede ser el adecuado para vuestros hijos/as, si implica que desarrollen creatividad, que creen un ambiente de ocio y diversión, que aprendan algo nuevo... pero lo más importante es que aprendan a compartir no solo los juguetes con vosotros, sino que aprendan que también los mayores podemos jugar con ellos y pasarlo bien... 


    Con todo lo escrito anteriormente , desde Psicoespai les deseamos unas FELICES FIESTAS y les animamos a que compartan y disfruten tanto de los regalos como de sus hijos y de aquellos momentos dónde enseñamos y aprendemos junto a los más pequeños.


    PSICOESPAI
     Psicólogos Sabadell


viernes, 4 de noviembre de 2016

ME SIENTO CULPABLE...

Todos hemos tenido a lo largo de nuestras vidas, ciertos sentimientos de culpabilidad ya sea ante algún posible daño causado a terceros, acciones que hemos llevado a cabo, pensamientos poco acertados, etc..

Se trata de un sentimiento que generalmente las personas catalogamos como negativo debido al grado de malestar emocional que nos genera. Pero lo cierto es que depende del uso de esa emoción podemos convertirlo en un recurso para promover una mejora personal considerable. Aunque también cabe destacar, que se trata de una sensación que requiere de una reflexión previa: me he equivocado?, habré actuado bien?... y no todas las personas tienen la capacidad de reconocer su parte de responsabilidad en las acciones que llevan a cabo. Pero en el artículo que nos ocupa, vamos a centrarnos en el otro grupo más amplio de personas, aquellas que guiadas por la reflexión, permiten el error y aprenden de él.

Tal y como hemos apuntado anteriormente, cuando las personas sentimos culpa, empezamos a generar múltiples pensamientos que nos invaden, algunos con la intención de justificarnos, otros con la intención de alabar nuestra postura.... pero la empatia juega un papel fundamental en toda esta encrucijada, ya que nos permite tener en cuenta a la tercer o terceras personas que han estado involucradas, a la vez que nos permite ser más racionales. Es justo, en este momento cuando empiezan las dudas acerca de nuestro acierto. 

Este fenómeno que tiene duración variable en los seres humanos, nos llena de emociones negativas, dudas, incertidumbres y nos aleja de las personas con las que antes interactuabamos. En especial, en las fechas señaladas como cumpleaños, navidades, festivos.... que generalmente se asocian a la unión y la celebración con los más allegados. Es precisamente cuando este sentimiento de culpabilidad se convierte en nostalgia y acentúa más el malestar. 

También puede ocurrir que dicho sentimiento se mezcle con la rabia y el resentimiento, ensanchando así su poder, generando emociones aún más dolorosas. Ese es un error que no debemos evitar, porque la culpa mal llevada es destructiva.

Por ello, os queremos recordar que el sentimiento de Culpa a pesar de ser doloroso, esta en nuestras vidas el tiempo que nosotros deseamos que permanezca. Aprovechad estas fechas de vulnerabilidad emocional para utilizar la empatia, entender todos los puntos de vista, ofrecer perdón a aquellas personas que cometen errores y perdonaros a nosotros mismos.


        “ NO DEJES QUE TU FUTURO SEA UN REHÉN DE TU PASADO....”


Psicoespai
Centro de atención psicológica Sabadell


www.psicoespai.es

lunes, 19 de septiembre de 2016

¿ SOY ADICTO/A AL MÓVIL?


Aunque pueda parecer desorbitado hay una nueva adicción que según los últimos estudios está afectando a 1 de cada 1000 ciudadanos que utilizan teléfono móvil, se estima que la padecen preferentemente jóvenes y adolescentes sin grandes diferencias en cuanto al sexo. Es un tipo de adicción conocida como “adicción al teléfono móvil”.


Lo que difiere la adicción al teléfono móvil de otras adicciones como la ludopatía, la adicción al tabaco, adicción al sexo, alcoholismo, etc., es la edad de aparición de esta enfermedad, ya que el uso de dicho dispositivo se inicia a muy pronta edad; cada vez es más habitual encontrarnos con adolescentes de once o doce años que ya disponen de un teléfono móvil propio.

El problema principal en esta adicción, no es tomar o consumir una determinada substancia, el problema en este caso es la CONDUCTA que parece ser incontrolada, exagerada, irreprimible, necesaria y que nos impide atender al entorno tanto físico como social que rodea a la persona, ya que su mirada y atención está centradas en su dispositivo.


Seguramente muchas personas no reconocen la adicción porque están acostumbradas a llevar su móvil siempre encima. Pero ¿que ocurre cuando se lo dejan en casa, se les agota el saldo o la batería?

En estos momentos es cuando aparecen los síntomas que delatan la adicción:

  • Nerviosismo
  • Palpitaciones
  • Sudoración
  • incapacidad de llevar un día normalizado....


Es evidente que existen múltiples beneficios que ponen en evidencia la gran utilidad del teléfono móvil a día de hoy, sin embargo no hay que confundir UTILIDAD con NECESIDAD.


Características de una persona adicta.

  1. Conducta de vigilancia puesta en el teléfono, esperando que suene un timbre o sonido que avise de la llegada de un nuevo mensaje.
  2. Miran de forma impulsiva e incontrolada su móvil.
  3. En caso de no disponer de su aparato sufren un “síndrome de abstinencia” caracterizado por: ansiedad, nerviosismo, angustia, irritabilidad.. que desaparecen cuando vuelven a utilizar dicho aparato.
  4. Alta velocidad a la hora de enviar mensajes, son personas que teclean muy rápidamente y poseen una gran habilidad debido a la práctica diaria.
  5. Dedican su tiempo libre a manejar su teléfono móvil.
  6. Envían mensajes innecesarios, con contenido que carece de relevancia, solo por el hecho de que no pueden tener espacios vacíos.
  7. Se despiertan a altas horas de la noche y miran el móvil.



EFECTOS DE LA ADICCIÓN AL MÓVIL
  • Aislamiento de los demás y soledad
  • Comportamiento alterado
  • Problemas de comunicación.
  • Problemas con el lenguaje
  • Peligro de hacer contactos no demasiado buenos como quedar con desconocidos, que pueden traer consecuencias negativas.
  • Comportamiento Compulsivo
  • Se puede llegar al fracaso escolar o la agresividad. En algunos chicos/as se produce también absentismo escolar o no respetan los horarios de estudio, pasan horas chateando en lugar de relacionarse con otros jóvenes de su edad.
  • En los casos más graves, se puede llegar a robar y a mentir con tal de tener un móvil porque la adicción es capaz de anular todo nuestro control como personas.



PREGUNTAS CLAVE: ¿SOY ADICTO?

  • ¿Cuántas veces miras el teléfono móvil al día?
  • ¿Podrías pasar 24 horas sin tu teléfono móvil?
  • ¿Te encuentras a menudo con situaciones donde necesitas recurrir a mirar tu teléfono móvil?
  • ¿Posees varios teléfonos móviles y estás al día de las últimas novedades?
  • ¿Tus facturas de móvil suelen ser elevadas?
  • ¿Si el teléfono es un medio para comunicarte con tus amigos, porque lo sigues usando cuando estás con ellos?
  • ¿Te llevas el móvil cuando vas al baño o te desplazas a otra sala?



RESULTADO ORIENTATIVO:

* Si las anteriores preguntas tienen una respuesta afirmativa, no quiere decir que tengas adicción al teléfono móvil, ya que hay otras características indicativas que habrían de cumplirse, sin embargo es muy posible que tengas cierta dependencia al uso de tu teléfono que puede provocar consecuencias negativas a medio- largo plazo.


Es recomendable que tras leer este breve artículo explicativo, te plantees la pregunta de si eres adicto a este aparato y en caso que creas que es así, que le has otorgado un papel demasiado importante a tu dispositivo, solicites ayuda a un profesional de la salud que determine el grado de adicción y te proporcione las herramientas adecuadas para vencer estas dificultades y que no interfiera en las diversas áreas de tu vida.


               Psicoespai
Centro de Atención Psicológica

martes, 15 de marzo de 2016

PIERDO LOS PAPELES: ¿ COMO ME CONTROLO?


El autocontrol hace referencia al control que tenemos sobre nosotros mismos en momentos determinados, donde las emociones son muy intensas. Hay ocasiones en las que estamos/están demasiado nerviosos, cansados o irritados, y hay que aplazar la expresión de estos sentimientos hasta haber reducido la tensión. En esos casos, es conveniente que apliquemos la alguna técnica para controlarnos, antes de continuar con la disputa. Para ello, podemos seguir los siguientes pasos:

  1. Identificar las señales de alarma

Antes de “explotar” y dejarse llevar por la rabia o la irritación, las personas experimentan una serie de cambios que podemos identificar y utilizar como señales de alarma. Estos cambios o señales de alarma son parecidas para todo el mundo, pero no son iguales, cada uno tiene las suyas propias. Pueden ser pensamientos (“ya está otra vez tocándome las narices”, “me lo voy a cargar”, “ésta no se ríe de mí”, visión en túnel), sensaciones (rabia, ganas de golpear a alguien, ganas de huir), conductas manifiestas (gritar, morderse los labios, acercarse mucho al otro), reacciones fisiológicas (taquicardia, “chorreón” de adrenalina, tensión muscular en el cuello, sofoco en la cara y/o las manos, sudoración) y/o circunstancias (por ejemplo: mi hijo me saca pecho o mi hija me vuelve a amenazar con salir a pesar de que no le dejo).

2. Procurar reducir la ira

Si identificamos las señales de alarma cuando aparecen (“¡Cuidado! Me estoy/se está irritando”) y vemos que aún podemos aguantar en la situación de conflicto, podemos reducir nuestra ira o la de nuestros hijos por medio de las siguientes estrategias:



*Romper la escalada simétrica, no entrar en el pulso, no echar más leña al fuego. Por ejemplo, podemos posponer la discusión: “Estamos un poco alterados, ¿te parece que lo hablemos cuando estemos más tranquilos”;  o darle la razón en algo a nuestro hijo, como por ejemplo:“Tienes razón, quizás me precipité en lo que te dije”; podemos hacer equipo uniendo su mensaje con el nuestro: “Creo que tú tienes razón en lo que dices y que yo tengo razón en quejarme de tus formas”; o salir por la tangente: “creo que esa chica no te viene bien, pero tú ya eres mayor y entiendo que  tú decides”.

*Hablar sobre la relación y no sobre el contenido. Por ejemplo: “Creo que los dos nos estamos encendiendo demasiado, ¿no crees?” o “Siento haberme encendido, pero me asusta que, ahora que llevas las riendas de tu vida, pueda pasarte algo malo”.

*Cambiar la manera de ver la causa de los conflictos. A veces los demás reaccionan o nos responden con provocaciones o de malas maneras porque ellos mismos se han sentido molestos con nuestra conducta. Prever la reacción que nuestra conducta y nuestras respuestas pueden provocar en los demás evita muchos conflictos y ayuda a discutir de forma positiva. Por ejemplo, aunque crea que le aprieto porque está rebelde, si entiendo que mi hijo se rebela ante mi presión, puedo apretarle menos y ver qué ocurre.

*Formularse mensajes tranquilizadores: “No muerdas sus anzuelos”, “puedo manejarlo”, “no voy a permitir que me domine la situación”. Hay un cuento budista que dice que “el corazón es como una diana; en nuestras manos no está que el mundo (o nuestros hijos) nos lance flechas, pero sí el achicar la diana para que sea más difícil que nos den en ella”.

*Pensar en las consecuencias de perder el control: “Si pierdo el control…”.
 

*Preguntarse si hay algún motivo añadido para sentirse tan irritado (ejemplo: hablar con un garbanzo en el zapato). Además de la conducta de la otra persona y/o de la discusión misma, puede haber también otros motivos que añadan más irritación a la situación, o que sean la causa principal. Por ejemplo: Haber recibido una bronca en el trabajo, tener dolor de muelas, haber dado muchas vueltas para encontrar aparcamiento, haber tragado mucho con mi hijo. La gota que colma el vaso puede no tener nada que ver con las otras gotas que lo llenaron; sin embargo, en ocasiones le echamos el vaso entero a aquel que nos echó tan sólo una gota.

  1. Tiempo fuera

Si vemos que estamos/están al límite de perder el control, que el “termostato” nos da la señal de alarma y estamos/están a punto de estallar, debemos marcharnos de la situación que nos/les desborda inmediatamente y aplazar la discusión hasta que estemos/estén más calmados. Si permanecemos más tiempo, basta otra frase o gesto y perderemos/perderán el control. Para que el otro no se ofenda, antes de marcharnos podemos decirle, por ejemplo: “Perdona, pero estamos los dos muy nerviosos; vamos a darnos unos minutos para calmarnos y luego hablamos”. Una vez lejos de la situación conflictiva, es conveniente hacer algo que nos ayude a reducir la tensión y relajarnos.

  1. Retomar el tema de discusión

Después de habernos calmado, es importante retomar el tema de discusión para que el otro no tenga la sensación de haberse quedado con la palabra en la boca. En esta ocasión, trataremos de aplicar los hábitos positivos de comunicación que ya hemos aprendido. Por ejemplo: “Perdona por haberte dejado así, pero nos estábamos encendiendo mucho y no quería que acabásemos explotando como otras veces. Me decías que…”.



* Estas son pautas generales y no tienen porque funcionar con todas las personas del mismo modo. Te proponemos que si deseas aprender a auto-controlarte, primeramente has de conocerte muy bien para poder poner remedio. Si ves que por ti solo/a tienes dificultades para gestionar el control de tus emociones, solicita ayuda a un profesional de la psicología.
PSICOESPAI
Centro de Atención Psicológica
-Sabadell-

miércoles, 9 de marzo de 2016

MI HIJO/A CONTESTA Y HABLA MAL....QUE HAGO?

El artículo de hoy hace referencia a uno de los aspectos que más consume la energía de lo padres/as: Cuando nuestros hijos hablan mal...  y lo cierto es , que muchos chicos/as, en la actualidad contestan mal a sus padres ante las llamadas de atención o requerimientos que éstos le hacen: “no quiero”, “no me da la gana”, “eres tonto”, y algunas más subidas de tono e incluso amenazantes...Cada  vez es más habitual, encontrarnos a jóvenes utilizando un vocabulario vulgar y rozando continuamente a la falta de respeto..

CÓMO APARECEN LAS MALAS ESPUESTAS...
 
 
Este comportamiento cada vez comienza antes, dado a los avances en todos los sentidos, en la actualidad ya podemos encontrar niños de 3 o 4 años que utilizan malas palabras  o se dirigen a los demás de forma poco adecuada. Aunque a los padres les empieza a preocupar a partir de la pre-adolescencia, ya que a veces se lo cogen erróneamente en un tono de broma.
Es un comportamiento  que se va consolidando y reforzando por varios motivos. En muchos  casos es aprendido por imitación. Generalmente el niño lo aprende porque sus padres lo utilizan entre ellos, porque lo ven en hermanos mayores y alguna vez, les influye el ejemplo de otros niños o los modelos que aparecen en televisión. Es importante primeramente mirar como se habla en el entorno familiar y en  el caso que no sea el más adecuado, ya que nos molesta en nuestros hijos/as, deberíamos intentar ponerle remedio.
El comportamiento se vuelve un problema cuando realmente le resulta efectivo. Es decir, obtiene unos beneficios...  Por ejemplo, con esta conducta consigue llamar la atención de sus padres. O bien, ser el centro de atención en su grupo de amigos.   Conseguir cierto " prestigio" en el aula, etc..En un principio y dependiendo de la edad, hasta puede parecer gracioso que un niño responda así...  Sin embrago, a la larga  puede convertir-se en un verdadero quebradero de cabeza para los padres y educadores.
Otro de los motivos porque le resulta efectivo, es porque consigue salirse con la suya. Consiguen el control de la situación y poco a poco, terminan haciendo únicamente lo que les apetece.
QUE PODEMOS HACER LOS PADRES/MADRES?
Es un tema complejo y largo de abordar en este espacio, ya que cada niño/a requiere de unas pautas de comportamiento distintas, ya que no solo él/ella, sino el entorno familiar es único. Sin embargo, intentaremos sugerir unas pautas orientativas:
 
* CORTAR LAS PRIMERAS MANIFESTACIONES
 las malas contestaciones comienzan muy pronto. Es el momento de prevenirlas y eliminarlas. No “le ría la gracia”, al contrario, de manera contundente y seria hágale saber a su hijo o hija que no puede responder así. Si es necesario adopte algún tipo de medida como retirar algún privilegio por comportarse de esa manera. Cuanto antes lo corte, mejor.
* DAR BUEN EJEMPLO 
Los niños aprenden por imitación. Por tanto, dé buen ejemplo cuando se relacione con los demás miembros de la familia y especialmente con el niño: si usted no le da malas contestaciones… probablemente él tampoco. Debe corregirle, regañalarle o llamarle la atención, incluso de manera contundente, pero se puede hacer sin malas formas. Por otro lado, enséñele cómo debería contestar o reaccionar adecuadamente en las situaciones en las que da malas contestaciones
 
* EVITAR QUE SE SALGA CON LA SUYA
Procure evitar que las malas contestaciones sean una forma de salirse con la suya. Enséñele que cuando las utiliza, pierde la razón y no consigue lo que quiere
 
* RESTARLE ATENCIÓN
Después de haberle dejado claro que no es una forma aceptable de actuar, intente no prestarle especial atención. Simplemente actúe: por ejemplo con frases del tipo “ya sabes que cuando respondes mal pierdes la razón y no te atiendo” o similares. Por el contrario, cuando le hable correctamente o exprese sus quejas de manera adecuada, hágaselo saber y refuércelo.
 
* TOME MEDIDAS
Si las malas contestaciones son un comportamiento habitual y arraigado adopte otro tipo de medidas. En primer lugar, hacerle saber que no van a consentir esa forma de actuar. En segundo lugar, adopte algún tipo de penalización por responder así, adecuada a su edad, como por ejemplo, la retirada de privilegios.
 
Es cierto, que no cada niño/a es igual y hay menores que son muy perseverantes... cunando el mal comportamiento se hace presente a menudo y ya no tienes fuerzas para solucionarlo o bien te sientas desbordado, quizás sea un buen momento de buscar ayuda profesional. Ser padres/es és un APRENDIZAJE y no tenemos porque saberlo todo,  por ello, ante las dudas, asesórate.
 
Psicoespai
Centro de Atención Psicológica
 
 

lunes, 29 de febrero de 2016

APRENDA A GENERAR PENSAMIENTOS POSITIVOS




La mente tiene un poder infinito que puede ayudarle o perjudicarle. Si presta atención a sus pensamientos internos, a la conversación que mantiene consigo mismo/a, podrá evaluar si sus pensamientos tienden a ser positivos o negativos. Es muy frecuente encontrar en las personas un dialogo interior impregnado de aspectos negativos. Este pensamiento negativo puede ir afianzándose hasta perjudicar su auto imagen y acostumbrarse a quererse poco. Es importante que todos los días se levante pensando que todas las situaciones tienen algún aspecto positivo que puede encontrar, de forma que vaya aprendiendo a ver las cosas en su justa medida, sin pensamientos catastrofistas.

Trabaje también los aspectos relacionados con lo que le rodea. Para ello ha de estar muy atento/a para escuchar sus pensamientos. Es muy probable que tiendan a irse hacia el pasado ( “que bonito era todo antes”) o bien hacia el futuro ( “ cuando lleguen las vacaciones todo irá mejor”).

No sirve de nada pensar negativamente sobre el futuro ya que aun no ha llegado y no puede saber qué ocurrirá, pero cuanto más positivo sea mejor afrontará lo que venga. Tampoco resulta útil atender los pensamientos del pasado, ya que suelen estar distorsionados ya que la memoria es selectiva.

Cuando vivimos una enfermedad, por ejemplo, la situación actual es tan dolorosa que es más fácil recurrir a pensamientos que nos alejan del presente. Es muy importante que aprendamos a detectar nuestros cambios en los estados del dolor y que en definitiva, aprendamos a conocer nuestro cuerpo y mente, para empezar a mejorar nuestra calidad de vida. El hecho de que tenga dolor, no significa que no sea una persona valiosa! No ha de permitir que los pensamientos le hagan creer esta falsa idea y empezar a descubrir cuanto de valiosa es para sus seres queridos!

Puede ayudarle intentar generar pensamientos positivos a partir de su vida cotidiana como las cosas con las que ha disfrutado, lo que ha ayudado a otras personas, las palabras bonitas que han llegado a decirle.. La mente se entrena a que preste atención a las cosas que nosotros deseamos, así que si generamos continuamente pensamientos positivos y realistas, ella misma hará el trabajo sola en el futuro.

LA VIDA ES MARAVILLOSA, SI NOS PONEMOS LAS GAFAS ADECUADAS..
 
                PSICOESPAI
CENTRO DE ANTENCIÓN PSICOLÓGICA
                 -SABADELL-
 

viernes, 19 de febrero de 2016

¿ te despiertas muchas veces por la noche?, ¿ tienes insomnio?

Son mucha las personas que se han acostumbrado a despertarse muchas veces durante la noche y no encuentran explicación alguna… tenemos que aprender a escucharnos!!

El cuerpo nos da señales, pero a veces no estamos entrenados o preparados para escucharlas. Las personas cuando estamos angustiadas, emitimos un montón de pensamientos negativos e inquietantes. Si estos pensamientos, nos visitan con frecuencia y no los gestionamos de manera adecuada;  pueden  aparecer y establecerse  en momentos donde conectamos con nosotros mismos, que suele ser antes de acostarse. Es el momento ideal para que las preocupaciones, el mañana, aquello pendiente, los conflictos, etc, cobren vida propia. La inquietud puede también aparecer  en forma de pesadillas, sueños poco confortables, insomnio , sensación de cansancio al levantarse, entre otras manifestaciones.


A continuación te vamos a sugerir una serie de pautas, que van a facilitar que el sueño aparezca:


PAUTAS PARA INDUCIR EL SUEÑO:


                            1. Reflexionar: Debemos preguntarnos desde cuando tengo problemas para dormir? Si es desde hace un tiempo, seguramente algo ha cambiado en nuestra  vida, en la habitación, en los hábitos, en las preocupaciones… y si podemos llegar a saber que es e iniciar un cambio, seria ideal.
                           
                            2. Evitar sustancias excitantes: Es importante no tomar café, té, colas, nicotina, etc. a partir de las siete  de la tarde. ( algunos profesionales apuestan por que no se consuma después de las 16.00h).
                           
                            3. Hacer deporte: Es importante realizar algún deporte de manera constante. Una actividad física moderada nos irá muy bien, pero se desaconseja que sea a última hora del día.
                           
                            4. Realizar una actividad gratificante al día. Debemos intentar ir a dormir-nos cada día, con la satisfacción de haber hecho algo para nosotros mismos, algo que nos haga disfrutar.
                           
                            5. La Habitación: Hemos de tener una temperatura agradable en la habitación. Dormir con la ropa holgada y cómoda. Intentaremos que no haya ruido ambiental.  La habitación ha de ser únicamente al descanso o al placer ( actividad sexual), debemos evitar trabajar, comer, estar con el ordenador, ver la televisión en ella.
                           
                            6.  Ir a la misma hora a dormir, para que finalmente se establezca una rutina del sueño.
                           
                            7. Antes de acostarse, puede ser de provecho un baño, aflojar las luces.. ir preparándose para ir a dormir.
                           
                            8.  La cama ha de ser confortable, una buena almohada, un colchón a su gusto… que la cama no esté fría cuando uno se va a acostar..
                           
                            9.  Si después de media hora de ir a la cama, no puede dormirse, no permanezca más allí. Recuerde que la cama es solo para dormir, no para reflexionar ni rumiar.
                           
                            10. Hay que tener en cuenta que si lleva mucho tiempo con insomnio, habrá asociado la cama al sueño y su mente no le permitirá dormir en esa estancia.   Es como si de alguna modo, se hubiera boicoteado el sueño…Por ese motivo, en muchas ocasiones le puede ocurrir que tras venir-le el sueño en el sofá y  tras ir a la habitación, se desvele. Una buena solución seria que al venirle el sueño, se acomode en el lugar donde se encuentre en ese momento, no importa que se trate de el sillón. Recuerde que lo importante es dormir y que nuestra mente se borre esa idea persistente de que “no dormimos”.
                           
                            11. la alimentación. Hay que intentar mantener una dieta equilibrada y no comer comidas muy copiosas antes de irse a dormir. Lo recomendable es cenar, unas dos horas antes de irse a acostar. Hay productos que son inductores del sueño, tales como:  leche de soja, semillas de girasol, frutos secos como anacardo, nueces, cacahuetes, infusiones… que pueden ayudarle a relajarse.
                           
                            12.  Utilizar una técnica de relajación como la respiración profunda,  una música suave,  meditación, yoga…
                           
                            13. Para aquellas personas que se van a dormir y sienten un bombardeo de cosas que han de hacer mañana.. se podría tener una libreta encima de la mesita de noche y anotar todas las cosas que se han realizado al día de hoy y terminar escribiendo: hoy he hecho muchísimas coas,  me puedo ir a descansar satisfecho… Esto le permitirá dar-se un permiso para poder descansar, se lo ha ganado.


Estas pautas son inductoras del sueño, sin embargo, en casos donde existe una dificultad alargada en el tiempo ( insomnio), ya sea de conciliación o mantenimiento, se debería también hacer un trabajo de control de pensamientos. Para ello, es imprescindible acudir a un profesional que te ayude a gestionar las dificultades para dormir.

                   PSICOESPAI
CENTRO DE ATENCIÓN PSICOLÓGICA
     -SABADELL-
 www.psicoespai.es