jueves, 4 de febrero de 2016

EL ACOSO ESCOLAR: QUE PODEMOS HACER LOS PADRES?

Hablamos de  acoso escolar BULLYNG   cuando existe un trato “poco adecuado”, ya sea psicológico, físico o verbal, que se produzca de manera reiterada entre compañeros.

Cuando hablamos de trato poco adecuado, nos referimos a insultos, falta de respeto, discriminación, hacer el vacío, agresiones físicas, unirse para ir contra un compañero/a,  rechazo, burlas,  amenazas, etc. Puede ser muy visible o bien puede estar enmascarado.  En la actualidad, existe una clara tendencia a un tipo de acoso más emocional, que suele ser más invisible y puede pasar desapercibido para los profesionales de la enseñanza e incuso para los que están alrededor.  


¿ Cómo puedo saber si mi hijo/a es víctima de bullying?

Existen una serie de comportamientos que suelen ser consecuencia de sufrir acoso escolar y consideramos importantes de mencionar:


  • Que tu hijo presenta o bien hace mención de cierto malestar físico como dolor de tripa, dolores musculares, dolor en la cabeza, dolores en la mandíbula, temblores o bien malestar en general. Se trata de síntomas que nos indican nerviosismo y ansiedad. Suelen aparecer antes de exponerse a lo que le genera malestar, en este caso, antes de ir al Colegio o al Instituto.
  • Si ves a tu hijo demasiado reflexivo, como pensativo y preocupado, en especial cuando sale del colegio o Instituto o bien antes de asistir y suele cambiar su comportamiento el fin de semana.
  • Si manifiesta un rechazo a ir a colegio.
  • Si observas que evita temas que hacen referencia al entorno académico.
  • Si evita ver a ciertos compañeros/as.



Si observas que se cumplen las anteriores situaciones o bien, sospechas que tu hijo/a están siendo víctimas de un acoso escolar. No te quedes callado. A continuación, te indicamos que puedes hacer.


¿ Qué puedo hacer si sospecho que mi hijo/a están sufriendo Bullying?


  1. Escuche a su hijo/a e intente hablar con él. Si ve que le resulta muy difícil, contacte con un profesional de la psicología para que pueda ayudar a su hijo/a a romper el silencio, coger fortaleza y generar los recursos suficientes para hacer frente a la  situación sin que hayan más daños sobre su salud emocional. También puede asistir a un psicólogo usted, como padre/madre, para que éste le asesore  de como actuar teniendo en cuenta su caso y las necesidades del/la menor.
  2. No ponga en duda el relato de su hijo/a. Es  muy importante conocer como él o ella están viviendo la situación. Como se sienten y qué necesitan.
  3. Contacte con el colegio o instituto. Hable con sus profesores, no únicamente para que te asesoren de que medidas toman en el centro ante estos casos, sino  también para obtener otra visión acerca del problema. Si se ha fijado en lo que está pasando, cuáles son los agresores, que cartas toman en el asunto, cuál es el protocolo a seguir por parte de ese centro, etc.
  4. Hable con otras madres/es del entorno del menor. Para ver si tienen constancia de lo sucedido tanto ellos como sus hijos.
  5. Puedes acudir a la Comisaria de Policia más cercana y pedir asesoramiento policial acerca de estos temas. Denuncie en el caso que sea necesario.


NO TE QUEDES CALLADO! 


PSICOESPAI
Centro de Atención Psicológica
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Sabadell
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lunes, 31 de marzo de 2014

CONTAMINACION EMOCIONAL



CONTAMINACION EMOCIONAL


Las emociones, junto con los pensamientos son las dos partes fundamentales del ser humano. Las emociones son a modo de resumen nuestra respuesta a las distintas experiencias y un modo de expresión que vamos construyendo día a día.

Hay dos tipos de emociones, aquellas que llamamos emociones sanas, que pese a que algunas son agradables y otras desagradables no nos perjudican la salud, estaríamos hablando de la alegría, la tristeza, el amor, la decepción, el disgusto,entre otras. Sin embargo, hay otro tipo de emociones que si no aprendemos a gestionarlas, pueden llegar a ser nocivas y marcarnos significativamente como por ejemplo: la ansiedad, la rabia, el odio, la culpa..


Hablamos de contaminación emocional cuando existe una acumulación de emociones insanas o tóxicas, que no hemos sabido gestionar de forma adecuada y nos acaban provocando una contaminación de nuestro estado anímico. Un sentimiento insano como la ansiedad, quizás al principio es poco perceptible y no supone mucho esfuerzo sobrellevarlo, sin embargo, es acumulativo y va creciendo si uno no lo aprende a controlar. Por ello es muy importante no dejar acumular emociones tóxicas. Hay que hacer limpieza de vez en cuando...

Es muy común escuchar personas quejándose de su escaso estado de salud, enfocado en el plano más físico del ser humano. Sin embargo, cada vez, existe más conciencia ( pese a que aun hay mucho camino por recorrer) de un tipo de salud ligada a la mente humana y al mundo de las emociones. Un tipo de salud que en los tiempos que corren, se está deteriorando porque no se le presta la suficiente atención, hasta que llega a estar enormemente dañada y la persona entra en alerta.

Desde Psicoespai, te animamos a que tengas en cuenta la salud emocional, limpia los posibles residuos mal gestionados y cuidate a ti mismo. No te rindas, pide ayuda, si es necesario y protegete de la contaminación contextual.



Psicoespai

martes, 28 de enero de 2014

SI aconsejar, NO criticar

Tenemos la costumbre, como seres sociales que somos, de aconsejar a nuestros amigos y familiares sobre cuestiones que creemos están bajo nuestro dominio. Es muy común entre padres e hijos, es la forma que tenemos de educarlos poco a poco, de demostrarles que nos preocupan y que estamos a su lado... Pero existe un pequeño problema, la línea entre el consejo y la crítica es muy delgada, y solemos traspasarla con demasiada frecuencia, con poca empatía y poca comprensión. Y lo cierto es que en  la mayoría de ocasiones esta pequeña diferencia nos pasa desapercibida.

La delgada línea entre la crítica y el consejo

A menudo damos un consejo a otra persona, hijo/a, amigo/a, familiar, etc., y este no se lo toma nada bien, y pensamos: “será desagradecido, encima que se lo digo por su bien”, y terminamos ambos molestos, uno porque dio el consejo con la mejor intención y el otro porque no deseaba escuchar consejos en ese momento. Curiosamente la persona aconsejada en vez de dar las gracias reacciona de forma inversa, con rechazo, ¿Por qué será?

Habitualmente este consejo va acompañado de una crítica: “cuando te ocurra esto debes hacer….”, “¿cómo no te has dado cuenta?, la próxima vez….”, “vaya pues en otra ocasión podrías probar a…..”. E incluso, en la mayoría de los casos, lo que sucede es que solemos creer que todo el mundo necesita nuestro consejo y a veces, únicamente se necesita de un acompañamiento y un buen oído. Ya que seguramente, el autor de la errada ya es consciente de su error.

Todas estas frases, aquellas que decimos con las mejores intenciones, parecen inofensivas pero esconden una crítica a la forma de actuar del otro, lo hacemos con la mejor intención, seguro, pero la otra persona lo acoge como un ataque directo a su forma de actuar y por lo tanto a ella misma. 

¿Cómo aconsejo?

Lo primero que has de tener en cuenta en que a veces es mejor aplazar el consejo a otro momento, no darlo en el momento de los hechos, quizá este es un momento de crispación, con lo cual aún se vivirá peor. Espera a que exista un clima de mayor confianza.

Es muy importante que la persona te pida ese consejo, puesto que a veces somos muy generosos regalando nuestro punto de vista y es fácil abusar de la confianza,  ofendiendo a la otra persona. Una buena opción es primero empatizar con la otra persona antes de contaminarnos con nuestro punto de vista.

Personaliza para evitar la crítica, usa frases del estilo: “esto me sucedió a mí y me sentí mal, probé esto / o creo que si hubiera actuado así quizá me podría haber ayudado más”, “otro día, se me ocurre, que quizá podrías intentar esta otra forma…”; nunca uses frases que puedan dañar la autoestima del otro: “¿Cómo eres tan tonto?”, etc.

Recuerda que puedes aconsejar sin criticar, aconsejar y regañar a la vez, no es efectivo.


 "El aconsejar es un oficio tan común que lo usan muchos y lo saben hacer muy pocos".



PsicoEspai


lunes, 2 de diciembre de 2013

EL SENTIMIENTO DE CULPA


Todos hemos tenido a lo largo de nuestras vidas, ciertos sentimientos de culpabilidad ya sea ante algún posible daño causado a terceros, acciones que hemos llevado a cabo, pensamientos poco acertados, etc..

Se trata de un sentimiento que generalmente las personas catalogamos como negativo debido al grado de malestar emocional que nos genera. Pero lo cierto es que depende del uso de esa emoción podemos convertirlo en un recurso para promover una mejora personal considerable. Aunque también cabe destacar, que se trata de una sensación que requiere de una reflexión previa: me he equivocado?, habré actuado bien?... y no todas las personas tienen la capacidad de reconocer su parte de responsabilidad en las acciones que llevan a cabo. Pero en el artículo que nos ocupa, vamos a centrarnos en el otro grupo más amplio de personas, aquellas que guiadas por la reflexión, permiten el error y aprenden de él.

Tal y como hemos apuntado anteriormente, cuando las personas sentimos culpa, empezamos a generar múltiples pensamientos que nos invaden, algunos con la intención de justificarnos, otros con la intención de alabar nuestra postura.... pero la empatia juega un papel fundamental en toda esta encrucijada, ya que nos permite tener en cuenta a la tercer o terceras personas que han estado involucradas, a la vez que nos permite ser más racionales. Es justo, en este momento cuando empiezan las dudas acerca de nuestro acierto.

Este fenómeno que tiene duración variable en los seres humanos, nos llena de emociones negativas, dudas, incertidumbres y nos aleja de las personas con las que antes interactuabamos. En especial, en las fechas señaladas como cumpleaños, navidades, festivos.... que generalmente se asocian a la unión y la celebración con los más allegados. Es precisamente cuando este sentimiento de culpabilidad se convierte en nostalgia y acentúa más el malestar.

También puede ocurrir que dicho sentimiento se mezcle con la rabia y el resentimiento, ensanchando así su poder, generando emociones aún más dolorosas. Ese es un error que no debemos evitar, porque la culpa mal llevada es destructiva.

Por ello, os queremos recordar que el sentimiento de Culpa a pesar de ser doloroso, esta en nuestras vidas el tiempo que nosotros deseamos que permanezca. Aprovechad estas fechas de vulnerabilidad emocional para utilizar la empatia, entender todos los puntos de vista, ofrecer perdón a aquellas personas que cometen errores y perdonaros a nosotros mismos.


        “ NO DEJES QUE TU FUTURO SEA UN REHÉN DE TU PASADO....”


Psicoespai
Centro de atención psicológica Sabadell

www.psicoespai.es

sábado, 9 de noviembre de 2013

Gente Toxica

Es probable que en algunos entornos sociales, dependiendo de las personas que te rodeen, te hayas sentido emocionalmente perturbada/o, con sensaciones negativas e incluso cansancio. Dada la situación actual tan complicada a todos los niveles, nos encontramos con personas con tendencia a etiquetar, que potencian nuestras debilidades, nos contagian de sus malas sensaciones y de alguna manera logran controlar nuestro estado de ánimo. Este tipo de personas, les solemos llamar “Gente Tóxica”.

¿Qué tienen de especial?, suelen ser personas agresivas emocionalmente, personas que te absorben la energía, que poseen unas características que te pueden resultar dañinas: suelen ser muy negativas, quejicas,  violentas, arrogantes, mentirosas, con pocos escrúpulos, autoritarios, chismoso, demasiado críticas, envidiosas, demasiado nerviosas, etc.

Pese a que hoy en día, puede resultar que en tu entorno social, haya personas que te perjudican emocionalmente, te trasmiten sentimientos insanos. Se trata de personas que no logran adaptarse  a las adversidades y por el contrario, entran en un espiral de pensamientos negativos, pesimismo extremo e irritabilidad que pueden llegar a resultar tóxicas para ti, ya que te transforman el estado de ánimo como consecuencia de su compañía. 

¿Qué tienen en común?, su “modos operandi” surge de pensamientos irracionales y/o insanos, no tienen en cuenta a la otra persona con la que se relacionan, no poseen capacidad empática para ponerse en el lugar del otro.  Por tanto serán incapaces de detectar que sus comentarios o actuaciones están perjudicando o haciendo sufrir a los demás, y si se dan cuenta quizá nos les importe. Habitualmente solo se preocupan de sí mismas. Sus formas suelen ser poco asertivas, es decir, transmiten la información sin cuidar la forma en que lo hacen: tono de la voz, tipo de palabras, etc., resultando en ocasiones comunicaciones agresivas, aunque no haya violencia.

¿Cómo detectarlos?

Convivir con este tipo de personas es muy difícil, resulta prácticamente imposible entenderse con ellos / ellas. Sus conductas enfermizas, pueden provocarte emociones muy insanas: rabia, ira, culpa,  depresión, cansancio, etc.

Detectarlos requiere práctica, pero puedes identificarlos viendo cómo actúan contigo o con los demás y las emociones que te trasmiten cuando estás a su lado y después de un encuentro con ellos/as:

·      No dejaran que expreses tu opinión o la ridiculizaran
·   Probablemente usen un tono en sus frases que resultaran impertinentes o comentarios irónicos ante tus comentarios o comportamientos
·      Usaran un tono verbal fuerte (no gritos), y autoritario
·      Intentaran que siempre se cumplan sus desees sin tener en cuenta tu opinión
·      Intentaran alejarte de tu familia y / o amistades
·    Les suele ir “bien” en la vida a costa de la victimas que acumulan, disfrutan de la vida que llevan porque logran su finalidad, manipular a los demás y estar rodeados de gente
·      Fingen ser tus amigos, minando poco a poco tu seguridad
·      Siempre creen que tienen la verdad absoluta
·      Son incapaces de discutir de forma civilizada y / o llegar a acuerdos
  
¿Cómo defenderse?

Por desgracia la única salido cuanto te encuentras con una persona toxica es alejarte de ella. Desde luego a veces es difícil, ¿qué pasa si se trata de tu jefe, y tu sueldo depende de ello? ¿Y si se trata de un familiar?, ¿o de tu pareja?

Si no podemos huir de su lado, nosotros siempre recomendamos poner las cosas en su lugar, darle la importancia justa y necesaria, es decir, colocar la actitud de esta persona respecto a mí, en el círculo que le corresponde, teniendo en cuenta que es bastante probable que haga lo que haga esta persona no cambiará, está fuera de mi área o circulo de control, y por lo tanto tengo que intentar que mi respuesta emocional sea lo más neutra posible, esto sí que está en mi área o circula de control, la respuesta que yo tengo ante la actitud de esta persona toxica. Aceptar que cada uno es como es y solo puede gobernarse a sí mismo, es quizás uno de los aprendizajes más costosos en el ser humano, ya que sin querer, tenemos tendencia a pensar que los demás deberían ser de una manera, etiquetarlos e intentar que nos entiendan..., la realidad es que el mejor camino para lograr una estabilidad emocional es llevar una buena gestión de uno mismo e intentar aceptar a los demás tal y como son. Si no podemos lograr aceptarlos y nos lastiman cada vez que los encontramos, una buena alternativa es un alejamiento temporal.


Y des de luego si te sientes incapaz de soportarlo y no puedes alejarte, busca ayuda profesional, un terapeuta te ayudara a adquirir herramientas que te permitan hacerle frente.

jueves, 22 de agosto de 2013

Durante la vida no todos son risas y flores, es habitual pasar por diversos períodos de tristeza, ¿significa eso que te encuentres en un estado depresivo?, no necesariamente. Estos períodos se suelen caracterizar por sentir emociones negativas sobre sí mismo, el mundo y el futuro, habitualmente desencadenados por factores diversos como: una mala experiencia, un suceso traumático, una interpretación cognitiva distorsionada, etc. Esto contribuye a una disminución de la actividad y de pensamientos positivos.

Actualmente, dada la situación social general, la crisis económica, el miedo al futuro, las noticias de los medios de comunicación, etc., parece que todo y todos sentimos un pesimismo mayor, digamos que estamos cargados de un poco de tristeza extra por nosotros mismo o quizás por las personas que nos importan.  Es muy común contagiarse por las emociones del entorno y en la actualidad hay una oleada de emociones negativas que nos propician unos cambios de humor variables. Pero hemos de tener en cuenta que hay cosas que se escapan a nuestro control y por lo tanto no podremos influir sobre ellas, por ejemplo: seguramente poco podremos hacer sobre la creación de empleo, pero sí que podemos actuar e intervenir sobre cómo nos afecta toda esta situación en nuestro estado de ánimo y generar nuevos recursos para modificar nuestro modo de ver las situaciones.

Está claro que si estás pasando por una situación crítica a nivel económico o a nivel de salud quizá la tristeza está más que justificada, pero es una emoción que aunque nos ayuda a madurar y evolucionar, poco más puede hacer por nosotros, así que ¡ACÉPTALA Y DEJALA PASAR!


¿Cómo la  acepto y la dejo pasar?

Aunque parezca difícil pasar la tristeza cuando te enfrentas a una situación complicada se puede conseguir, eso sí, requiere de un gran esfuerzo y gestión emocional.  Es curioso, pero las emociones negativas tienen la mala costumbre de acomodarse y quedarse una buena temporada con nosotros, por eso es tan importante aprender a invitarlas a salir, amablemente.

Todos sabemos identificar cuando nos encontramos ante la tristeza, la apatía, las pocas ganas de hacer cosas, de hablar con nadie, etc.,  éstas son señales inequívocas, así que una buena opción, seria  poder mirarte al espejo y decir  “Estoy triste, no pasa nada”.  Como hemos comentado es una emoción que nos ayuda a madurar y evolucionar, por lo tanto es necesaria para nosotros y nuestra adaptación , pero en la medida justa.


¿Entonces qué hago?

1, Identifica de donde procese esa emoción, cuál es su origen.

2, Busca posibles soluciones, busca diversas alternativas quizá la primera no funcione, no te rindas, ni te dejes vencer por los pensamientos negativos que generamos a partir d ella tristeza.

3, Si es algo que no puedo solucionar, porqué hacerlo no está en mi mano, entonces pregúntate: ¿De qué me sirve sentirme mal?, ¿Me ayuda sentirme así?, ¿Me es útil para seguir con mi vida?, etc.

4, Y finalmente, dile adiós.

A veces deshacernos de las emociones negativas es duro y complicado, si es tú caso, busca ayuda, alguien que te pueda echar una mano, si es posible un profesional especializado que te entenderá y te guiará para conseguir pasar página.


Pequeños trucos

Durante este proceso puedes probar pequeños ejercicios para decirla adiós a la tristeza como por ejemplo:

- Pensar en todas las cosas positivas que has experimentado.
- Escribir una carta de despedida a tu tristeza, diciéndole adiós y deseándole lo mejor.
- Hacer cosas que te gusten mucho.
- Evitar la oleada de pensamientos catastrofistas y distorsionados.
- Etc.


Recuerda: la tristeza y las emociones negativas en general son períodos (emociones, me gusta más que periodos) en nuestra vida que nos ayudan a adaptarnos al entorno y a evolucionar personalmente, pero han de ser temporales.  Si observas que tu mismo o alguien de tu alrededor está sufriendo durante un período de tiempo que se alarga demasiado quizá necesite un poco de ayuda.

Aquí estamos para ayudarte.


       “Buscar la felicidad es sólo otro pretexto para ser aún más infelices...



lunes, 10 de junio de 2013

LAS CRISIS DE ANSIEDAD EN LA ACTUALIDAD

Hoy en día, estamos ante una situación verdaderamente perjudicial para nuestra integridad mental y física en varios aspectos: las tasas de desempleo suben sin cesar, las familias carecen de recursos para sobrevivir saludablemente, las tensiones en el hogar, las noticias poco esperanzadoras de los medios de comunicación, el observar la necesidad en uno mismo y en los demás, etc... que generan una oleada de emociones desagradables como angustia, malestar, tensiones diarias, incertidumbre, desesperanza, alteraciones en el estado anímico, aumento de las rumiaciones, entre otras, que están generado un notable declive en la salud de la población.

Cada vez son más casos los que encontramos de personas que han llegado a “ su limite” y se sienten desorientadas y desbordadas, con niveles de ansiedad elevados que pueden generar crisis de ansiedad si no se gestiona de manera adecuada.

En las sociedades modernas, siempre se ha abusado de los términos psicológicos como estrés, depresión, paranoia, etc. sin embargo son palabras que requieren de una mención y unos conocimientos especiales. Tal y como decíamos, el aumento de los niveles tensionales ha provocado que cada vez se concentren en nuestros hospitales sujetos que presentan ataques de ansiedad repetitivos y que pese a la medicación, no logran gestionar de manera saludable dicha situación. Por ese motivo, desde Psicoespai, les vamos a explicar que son los ataques de ansiedad, sus causas y como podemos hacer para vencerlos de manera exitosa.


¿ qué es la crisis de ansiedad?

La crisis de ansiedad es una aparición temporal de miedo y malestar muy intensos, que suele alcanzar su máxima expresión en los primeros 10 minutos y va acompañada de cuatro o más de los siguientes síntomas:

  • Sudoración
  • Palpitaciones
  • Temblores
  • sensación de ahogo o falta de aire
  • Opresión o malestar torácico
  • inestabilidad, mareos o sensación de desmayo
  • sensación de irrealidad o despersonalización
  • miedo a perder el control
  • miedo a la muerte
  • cambios de temperatura corporal


¿ Porque aparece la crisis de ansiedad?

La acumulación de situaciones que percibimos como desbordantes, el exceso de preocupaciones, etc; genera unas emociones negativas que se van acumulando en nuestro organismo día a día y que requieren de un buen proceso de adaptación. Si por el contrario, nuestra vida diaria va generando momentos de estrés a través de la sobrecarga mental ( pensamientos, rumiaciones, ritmo diario, entre otras), es posible que llegue un día que ante una situación que llamaremos “detonante” por el exceso de emociones que supondrá, el organismo no aguante más la presión e inicie una crisis de ansiedad.

La respiración juega un papel fundamental en el mantenimiento de dicha crisis. Cuando estamos nerviosos, la respiración aumenta considerablemente y la musculatura torácica entra en acción y eso requiere de un desgaste energético superior. El organismo percibe que el oxigeno que entra en nuestro cuerpo no es suficiente y empieza a crear un estado de alerta, aumentando así el riesgo de hiperventilación.
Al tiempo que sucede todo este proceso físico, a nivel mental, aparecen un conjunto de pensamientos como por ejemplo: “ me voy a morir”, “ no puedo respirar”, “ que me está pasando”.... que lo único que consiguen es aumentar considerablemente los niveles de ansiedad, provocando así, un empeoramiento de la situación actual.


¿ Qué debemos hacer?

Hay dos factores decisivos para que los niveles de ansiedad se restablezcan. Uno es el plano físico y otro guarda relación con la gestión del estado mental.

A nivel físico, es importante restablecer la respiración y devolver de ese modo el oxigeno que le estamos privando al cuerpo. Para ello, podemos utilizar una técnica de respiración breve y sencilla, que consiste en respirar profundamente cogiendo aire por la nariz y expulsándolo por la boca, sin forzar, hasta sentir que ya no sale más aire por ésta. Seguidamente, hacer una pausa y retomar de nuevo la respiración hasta realizar el ejercicio 5 veces. El control de la respiración, requiere de entrenamiento diario para poder gozar de una buena salud respiratoria.

A nivel cognitivo ( mental) , es un poco más complejo el trabajo, ya que precisa de un buen conocimiento personal de tu modo de pensar y tus recursos de afrontamiento. Para ello es imprescindible, empezar a escucharte mejor, dedicar tiempo a descubrir tus puntos débiles y registrar aquellos pensamientos destructivos que generas en situaciones de alarma, para, posteriormente modificar-los por otros más funcionales. Cuando una persona, se encuentra en estado ansioso, su mente genera unos pensamientos destructivos, que puede llegar a creerse y aumentar el malestar. Es importante, aprender a discriminar los pensamientos saludables de aquellos destructivos.

Llegar a controlar la ansiedad, no es un proceso sencillo y requiere de un cambio a nivel mental y físico que es costoso de alcanzar de manera autónoma. Es cierto, que existen sustancias químicas ( como los ansiolíticos) que facilitan temporalmente, el disminuir los niveles de ansiedad, sin embargo, no son suficientes, ya que tal y como hemos comentado en el párrafo anterior, existe un componente mental muy importante que requiere ser controlado y únicamente lo puede alcanzar la persona gracias a su auto-conocimiento y auto- gestión. Por ese motivo, si te sientes identificado con el artículo expuesto no dudes en solicitar ayuda inmediata a un profesional de la conducta, como el psicólogo/a, para que te facilite las herramientas necesarias para vencer la ansiedad de manera exitosa.

El equipo de Psicoespai.
C/ Sant Joan nº4 3º 1º
Sabadell