lunes, 8 de octubre de 2012

¿Por qué no debes gritarle a tus hijos?


¿Alguna vez habéis aceptado algo sin entender porque, de buena gana?

Por poner un símil actual, ¿Aceptáis todos los recortes a nivel de salud o educación que el gobierno esta aplicando, sin apenas explicaciones, de buena gana?

¿Os ayuda a entenderlo el hecho que cuando protestáis en la calle os griten o empujen?

Esta claro que es un ejemplo muy extremo, pero ideal para explicar porque es tan bueno gritarle a tu hijo, cuando no quiere obedecerte.

Los niños, con frecuencia, son exasperantes, les repites las cosas muchas veces, levantas la voz para ver si te entienden, intentas explicarles pero no te escuchan, y hasta que no pegas cuatro gritos no te prestan atención, entonces te toman en serio.

¿Qué les pasa?, ¿Son duros de oído?

Desde luego que no, los niños, como seres humanos individuales, realizan una valoración muy distinta a la tuya respecto a la importancia de las cosas, por ejemplo, como ordenar los juguetes, ¿no es mucho más divertido y cómodo tenerlos a mano por la habitación que en aburridos baúles o cajones? Y desde luego, no le expliques que el puré de verduras tiene vitamina A, B y C, y es súper sano para el / ella, porque por muy sano que sea, no sabe a chicle.

Y sinceramente, por muy alto que lo digas, seguirá sin entenderlo, al final posiblemente te obedecerá, no porque lo comparta, sino porque se lo ordenas. Repito ¿Cuándo fue la ultima vez habéis aceptado algo sin entender porque, de buena gana?

Y desde luego, ¿Qué crees que sucederá cuando ya no tenga miedo de los gritos, y por lo tanto le de igual?

Vamos a empezar hablando de lo que ocurre en los hijos/as cuando les gritamos:

¿Qué pasa cuando les gritas?

Lo primero que has de tener en cuenta es que por mucho que levantes la voz:

- Tu hijo no te entenderá mejor
-   Le estas transmitiendo nerviosismo, y posiblemente acabe llorando
 Cuanto más grites, más síntomas de estrés le estarás provocando
- Cuanto más grites, más problemas de conducta tendrá y por consiguiente más te desobedecerán
- Más problemas tendrán para relacionarse con sus semejantes, ya que aprenderán que el chillido es una herramienta para mandar, dando lugar a relaciones de abuso de poder en vez de relación entre iguales
- Es bastante probable que en la edad adulta presenten alguna patología emocional, como estrés, ansiedad, depresión, etc.
- De ningún modo seguirán el camino que quieres que sigan, ya que cuando gritas pierdes la razón de lo que dices y el mensaje no llega.

Y después de todo, seguirán sin escucharte, es posible, incluso, que sientan un resentimiento crónico hacia ti, ya que no acabarán de entender el motivo de tu comportamiento.


Llegados a este punto, seria interesante que nos planteásemos la siguientes pregunta: 

 ¿Alguna vez alguien te ha echado bronca, sin entender porque?

Sí la respuesta es afirmativa, la siguiente cuestión seria
¿Aprecias a esa persona?
¿Te gustó que te hablara de ese modo?
¿Entendiste porque te habló así

Ahora que ya hemos conseguido ponernos en el lugar del oyente y nos hemos dado cuenta de que quizás es absurdo gritar para que nos entiendan, seria interesante hablar de cómo hacerlo de otro modo, sin recurrir a elevar la voz.


Entonces, ¿Qué hago?

Con un poco de PACIENCIA, bueno, con mucha, puedes aprender como obtener la colaboración de tu hijo.

A veces es difícil controlarse, y más cuando llegamos a casa cansados de la jornada laboral,  todo esta revuelto, no nos hacen ni caso, etc. En ese instante, fruto de la desesperación,  sale el “grito” de forma automática, es incluso, desestresante, pero no nos ayuda en nada, ni a nosotros, ni desde luego, a ellos.

Vamos a visualizar ahora  la situación dese el punto de vista de un niño/a:

Imagínate.... “llegas a casa cansado / a del colegio, no esta mamá o papá, por lo tanto, decides jugar con tus juguetes para pasar el rato,  de repente llega mama, genial!!, por fin podrá jugar conmigo!!!, pero ella está cansada de trabajar y me manda  a  mi habitación y luego me dice:  recoge!, lávate las manos!, al baño, ponte el pijama!, como el puré (argggg!!), lávate los dientes, vaya rollo!!!!……”

Tus hijos necesitan de tu presencia y tiempo. Prioriza entre lo que es urgente e importante, lo que es importante, y lo que puede esperar. No somos súper mujeres / hombres, no te líes a hacer mil cosas en casa cuando llegues de trabajar, baja las expectativas, las obligaciones…

Siéntate con ellos, juega un rato, invítales a colaborar para hacer la cena, si ya son un poco mayorcitos, explícales porque se hacen las cosas, que el baño no sea un ritual, sino otra ocasión para disfrutar y jugar juntos.

En resumen, si quieres que tu hijo obedezca empieza con motivarle, refuerza las conductas que pretendes inculcarle (si un día recoge un libro y lo pone en su sitio, no veas solo que hay cinco libros más en el suelo).

Y por encima de todo ACEPTA  que no es un adulto, es un niño, quiere jugar, saltar, hacer cosas divertidas…., también ha de haber espacio para disfrutar. Y cuando sea hora de recoger, SE PACIENTE.


Paqui Martín
Isabel Verdejo

Psicólogas de PsicoEspai



viernes, 28 de septiembre de 2012

S.O.S. Soy adicto/a al móvil




Aunque pueda parecer desorbitado hay una nueva adicción que según los últimos estudios está afectando a 1 de cada 1000 ciudadanos que utilizan teléfono móvil, se estima que la padecen preferentemente jóvenes y adolescentes sin grandes diferencias en cuanto al sexo. Es un tipo de adicción conocida como “adicción al teléfono móvil”.


Lo que difiere la adicción al teléfono móvil de otras adicciones como la ludopatía, la adicción al tabaco, adicción al sexo, alcoholismo, etc., es la edad de aparición de esta enfermedad, ya que el uso de dicho dispositivo se inicia a muy pronta edad; cada vez es más habitual encontrarnos con adolescentes de once o doce años que ya disponen de un teléfono móvil propio.

El problema principal en esta adicción, no es tomar o consumir una determinada substancia, el problema en este caso es la CONDUCTA que parece ser incontrolada, exagerada, irreprimible, necesaria y que nos impide atender al entorno tanto físico como social que rodea a la persona, ya que su mirada y atención está centradas en su dispositivo.


Seguramente muchas personas no reconocen la adicción porque están acostumbradas a llevar su móvil siempre encima. Pero ¿que ocurre cuando se lo dejan en casa, se les agota el saldo o la batería?

En estos momentos es cuando aparecen los síntomas que delatan la adicción:

  • Nerviosismo
  • Palpitaciones
  • Sudoración
  • incapacidad de llevar un día normalizado....


Es evidente que existen múltiples beneficios que ponen en evidencia la gran utilidad del teléfono móvil a día de hoy, sin embargo no hay que confundir UTILIDAD con NECESIDAD.


Características de una persona adicta.

  1. Conducta de vigilancia puesta en el teléfono, esperando que suene un timbre o sonido que avise de la llegada de un nuevo mensaje.
  2. Miran de forma impulsiva e incontrolada su móvil.
  3. En caso de no disponer de su aparato sufren un “síndrome de abstinencia” caracterizado por: ansiedad, nerviosismo, angustia, irritabilidad.. que desaparecen cuando vuelven a utilizar dicho aparato.
  4. Alta velocidad a la hora de enviar mensajes, son personas que teclean muy rápidamente y poseen una gran habilidad debido a la práctica diaria.
  5. Dedican su tiempo libre a manejar su teléfono móvil.
  6. Envían mensajes innecesarios, con contenido que carece de relevancia, solo por el hecho de que no pueden tener espacios vacíos.
  7. Se despiertan a altas horas de la noche y miran el móvil.



EFECTOS DE LA ADICCIÓN AL MÓVIL
  • Aislamiento de los demás y soledad
  • Comportamiento alterado
  • Problemas de comunicación.
  • Problemas con el lenguaje
  • Peligro de hacer contactos no demasiado buenos como quedar con desconocidos, que pueden traer consecuencias negativas.
  • Comportamiento Compulsivo
  • Se puede llegar al fracaso escolar o la agresividad. En algunos chicos/as se produce también absentismo escolar o no respetan los horarios de estudio, pasan horas chateando en lugar de relacionarse con otros jóvenes de su edad.
  • En los casos más graves, se puede llegar a robar y a mentir con tal de tener un móvil porque la adicción es capaz de anular todo nuestro control como personas.





PREGUNTAS CLAVE: ¿SOY ADICTO?


  • ¿Cuántas veces miras el teléfono móvil al día?
  • ¿Podrías pasar 24 horas sin tu teléfono móvil?
  • ¿Te encuentras a menudo con situaciones donde necesitas recurrir a mirar tu teléfono móvil?
  • ¿Posees varios teléfonos móviles y estás al día de las últimas novedades?
  • ¿Tus facturas de móvil suelen ser elevadas?
  • ¿Si el teléfono es un medio para comunicarte con tus amigos, porque lo sigues usando cuando estás con ellos?
  • ¿Te llevas el móvil cuando vas al baño o te desplazas a otra sala?





RESULTADO ORIENTATIVO:


* Si las anteriores preguntas tienen una respuesta afirmativa, no quiere decir que tengas adicción al teléfono móvil, ya que hay otras características indicativas que habrían de cumplirse, sin embargo es muy posible que tengas cierta dependencia al uso de tu teléfono que puede provocar consecuencias negativas a medio- largo plazo.




Es recomendable que tras leer este breve artículo explicativo, te plantees la pregunta de si eres adicto a este aparato y en caso que creas que es así, que le has otorgado un papel demasiado importante a tu dispositivo, solicites ayuda a un profesional de la salud que determine el grado de adicción y te proporcione las herramientas adecuadas para vencer estas dificultades y que no interfiera en las diversas áreas de tu vida.




               Psicoespai
Centro de Atención Psicológica












lunes, 20 de agosto de 2012

“LOS NIÑOS TIRANOS: Cuando mandan ellos en el hogar”




La educación de nuestros hijos es una de las responsabilidades más importantes que existen en la vida del ser humano.

Es muy importante proteger y cuidar a los hijos, pero no hay que confundir esto con darles todo lo que desean, encubrir sus malas acciones dejándolas pasar por alto, justificar sus comportamientos o no limitar su conducta, ya que todos estos aspectos están generando un nivel cada vez más bajo de lo que en psicología se conoce como “ baja tolerancia a la frustración”, provocando que el niño no sepa tolerar la negativa o no aprenda a que las cosas a veces no salen como uno desea.
Los niños tiranos, se caracterizan por un patrón de conducta egocéntrica, están acostumbrados a conseguir todo aquello que desean de manera inmediata y creen que no conseguir sus objetivos es motivo suficiente para actuar de manera poco adecuada como: rabietas, burlas, acciones con ira, pegar, patalear, malas contestaciones, insultos, etc.
Características:
  • Tienen un sentido exagerado de lo que les corresponde y esperan que los que están a su alrededor les atiendan.
  • Tienen una baja tolerancia a la incomodidad, especialmente a la causada por la frustración, el desengaño, el aburrimiento, la demora o la negación de lo que han pedido; normalmente la expresan con rabietas, ataques de ira, insultos y/o violencia.
  • Desarrollan escasos recursos para resolver problemas o afrontar experiencias negativas.
  • Están muy centrados en sí mismos y creen que son el centro del mundo.
  • Buscan las justificaciones de sus conductas en el exterior y culpan a los demás de lo que hacen, al tiempo que esperan que sean otros los que les solucionen los problemas.
  • No pueden, o no quieren, ver el modo en que sus conductas afectan a los demás y frecuentemente carecen de empatía.
  • Piden, piden y piden. Una vez conseguido, muestran su insatisfacción y vuelven a querer más cosas.
  • Les cuesta sentir culpa o remordimiento por sus actos.
  • Discuten las normas y/o los castigos. Tachan a los padres de injustos, malos, etc. Si hacen eso debe ser porque les trae alguna compensación (ante el sentimiento de culpa, los padres ceden y otorgan más privilegios).
  • Exigen atención, no sólo de sus padres, sino de todo el mundo. Y cuanta más se les da, más reclaman.
  • Les cuesta adaptarse a las demandas de las situaciones extra familiares, especialmente en la escuela, porque no responden bien a las estructuras sociales establecidas ni a las figuras de autoridad.
  • Se siente permanentemente tristes, enfadados, ansiosos y/o emocionalmente frágiles, y frecuentemente tienen una baja autoestima.
  • Cumplen los criterios de algún trastorno conductual o mental grave, aunque no se encuentren alteraciones biológicas, fisiológicas, del desarrollo o genéticas ni ningún otro motivo observable o evaluable que explique las dificultades que presentan.


Una de las emociones que predomina en un niño tirano es la ira, una emoción muy necesaria que han de descubrir los niños, sin embargo, los problemas surgen cuando utilizan la agresividad o la violencia para conseguir lo que quieren. Es habitual que los hijos tengan rabietas a los 2-3 años de edad, pero los padres les pegan y les castigan, sin antes preguntarles porque se sienten de ese modo y enseñarles a expresarlo de otro modo, sin recurrir a las rabietas. Lo que en realidad está aprendiendo vuestro hijo respecto a la ira, es que cuando nosotros nos enfadamos manifestamos los mimos comportamientos que intentamos eliminar en él.


¿QUE DEBEMOS HACER LOS PADRES?
  1. MANTENER EL CONTROL: es importante que ante la ira de nuestros hijos, mantengamos el control. El dicho “ haz lo que yo diga y no lo que yo haga” no funciona con los niños. Los padres somos modelos para ellos, no podemos pedir que no griten si estamos gritándoles a ellos.
  2. OBSERVAR A VUESTRO HIJO, INVESTIGAR Y REFLEXIONAR SOBRE SU COMPORTAMIENTO, PARA SABER QUE LE ESTÁ PASANDO: para ello hay que escucharlos activamente, sin emitir juicios propios, valorar la emoción del niños/a y identificar porque se siente de ese modo.
  3. REFLEXIONAR CON ÉL SOBRE EL MOTIVO DE SU ENFADO: en el momento en que el niño establece una relación directa entre motivos y conductas, comienza a analizar las situaciones de una forma más eficaz y aprende a resolver de manera adaptativa la situación.
  4. ENSEÑARLES LAS CONDUCTAS ADECUADAS QUE LES PERMITIRÁN PREVENIR, CANALIZAR Y NO UTILIZAR LA VIOLENCIA FÍSICA NI VERBAL: si vemos que nuestro hijo cuando quiere algo pega, debemos enseñarles otro comportamiento.
  5. INISISTIR EN QUE UTILIZE EN LENGUAJE: Es fundamental que los niños expresen con palabras la ira. Un niño que dice “ estoy enfadado” es un niño que ha aprendido a detectar su emoción, que es el primer paso para expresarla adecuadamente.
  6. MEDIR LA INDFORMACIÓN QUE DAMOS AL NIÑO SOBRE SU COMPORTAMIENTO: es muy frecuente utilizar etiquetas o calificaciones globales como por ejemplo: “ eres malo”, “ si sigues así acabarás muy mal”, “ eres insoportable, no te aguanto”.... todos estos mensajes se refieren a un estado permanente del niño: ERES...... y sin duda atacan a la autoestima y imagen del niño. Debemos usar frases como: “ el hecho que hayas roto el camión de tu hermano le ha puesto muy triste y significa que no podréis jugar más con él” que de algún modo fomentan la empatia en nuestro hijo.
  7. SER JUSTOS CON ELLOS: en muchas ocasiones, debido a las tensiones y nuestro día a día, se nos puede escapar una cachetada. Si después somos capaces de reconocer que lo hemos hecho mal y pedimos disculpas a nuestros hijos por haber perdido el control, reconociendo que esa no es la mejor manera de expresar nuestra ira, nos convertimos en modelos y enseñamos a nuestros hijos que reconocer el error no nos hace peores y que es algo que uno debe hacer cuando se equivoca.

    Psicoespai
    www.psicoespai.es

sábado, 11 de agosto de 2012

Dependencia Afectiva


¿A que nos referimos cuando hablamos de dependencia?, estamos acostumbrados a hablar de este termino cuando nos referimos a una persona que esta incapacitada de alguna forma, y que por lo tanto, depende de otra para poder realizar las tareas de su vida cotidiana. También hablamos de dependencia cuando hablamos de personas consumidoras de algún tipo de substancia adictiva. Pero existe otra vertiente más desconocida, que también podemos definir como dependencia, la afectiva, el Mal d’Amore.


¿Qué es la dependencia afectiva?

Hablamos de Dependencia Afectiva cuando existe una adicción a la relación de pareja. Cuando necesitamos ser amados por nuestra pareja de forma incondicional, tenemos miedo a perderla, miedo a no ser queridos, etc., en definitiva, dejamos de ser nosotros mismos. Este tipo de adicción a otra persona, hace que sea muy difícil identificarla, puede confundirse fácilmente con el “amor”, o el “enamoramiento”.


Entonces, ¿Qué tiene de malo?

La dificultad, cuando nos encontramos ante un dependiente afectivo, radica en que habitualmente se suele usar ésta para enmascarar otro tipo de problemática, de forma inconsciente, como por ejemplo:

-          Baja autoestima
-          Intolerancia a la soledad
-          Miedo al abandono, a la separación
-          Dificultad para decir NO, poca asertividad
-          Vida social limitada
-          Sentimientos de miedo, rabia, ira, culpa, etc.

En el mundo de la psicología consideramos que la adicción/ dependencia afectiva es totalmente tóxica cuando existe una incapacidad de renunciar a la pareja cuando debe hacerse.


¿Cuando debe hacerse?

-          Cuando ya no te quieren
-          Cuando la autorrealización se ve anulada/ bloqueada
-          Cuando tus propios principios se ven afectados.



¿Cómo lo reconozco?

Los dependientes afectivos se dedican completamente al otro, buscando exclusivamente su bienestar, sin considerar el propio, dejando poco a poco de existir como personas individuales. Con frecuencia no pueden hacer nada solos, realizando todo tipo de actividades que gusten al otro, y dejando sus preferencias a un lado, negando sus propios deseos, para no separarse de la pareja. S


¿Qué consecuencias tiene?

Este tipo de relación es siempre dañina, se trata de amores obsesivos que con frecuencia pueden asfixiar a la pareja. La persona dependiente al inicio de la relación se caracteriza por la búsqueda del placer en la pareja, se sacrifica de manera voluntaria con la intención de generar un bienestar en el otro al mismo tiempo que renuncia a sus propios intereses. A lo largo de la relación este “sacrificio” se convierte en una desigualdad en la pareja, ya que el dependiente emocional ha invertido tanto esfuerzo en la otra persona que percibe erróneamente que la otra persona le quiere menos. Por otro lado, la otra pareja puede sentirse agobiada, sin aire para poder hacer cosas de forma individual, en el mejor de los casos, en el peor, podemos topar con una pareja dominante que se aproveche de esta situación, y acabe humillando y maltratando a la persona dependiente.

Los dependientes son personas muy sacrificadas y que invierten un gran tiempo y esfuerzo en complacer a sus parejas y gente cercana. A menudo consideran que su felicidad depende de otra persona y actúan bajo  los efectos del miedo pensando que van a ser abandonadas.

Quien sufre Dependencia Afectiva no logra vivir y disfrutar del amor de forma completa, el amor en estos casos asfixia a la persona amada y elimina lentamente lo más valioso del ser humano, la originalidad de ser uno mismo.


Siempre se ha creído que en la pareja ha de haber una unión capaz de convertir dos personas en una sola, nosotros creemos que lo más valioso en la pareja es la independencia de cada uno de sus miembros. En pareja igual que en matemáticas uno más uno suman dos.


Paqui Martín
Psicóloga PsicoEspai

lunes, 6 de agosto de 2012

La Pareja después de Vacaciones


De forma general, cuando hablamos de Verano, a todos nos viene a la cabeza aquella estación del año dedicada al "relax" y al ocio, que tanto deseamos que llegue, y empezamos a soñar: ¿vamos a la playa o a la montaña?¿ A un hotel o en un camping? .... Y llega el esperado día, dicen que "el roce hace el cariño", pero la realidad es que ...

UNA DE CADA TRES PAREJAS ROMPE TRAS LAS VACACIONES DE VERANO!

El ritmo de vida que llevamos, la ansiedad y el estrés diario, nos obliga a llevar una vida constantemente ocupada, corremos de un lugar a otro: la escuela, el trabajo, los hijos .... esto hace que olvidemos una parte importante de nuestra vida, NUESTRA PAREJA. Pasamos de vivir un día a día sin prácticamente conversar con la pareja a una situación donde nos encontramos 24 horas seguidas juntos, donde tenemos que hablar, decidir y ESCUCHAR-NOS DE MANERA ACTIVA.

Nuestra experiencia nos ha demostrado que la falta de comunicación es la raíz en la mayoría de problemas de pareja. Con el paso del tiempo, dejamos de compartir nuestros sentimientos, lo que nos preocupa, lo que nos gusta, lo que deseamos ... y en definitiva, DEJAMOS DE CUIDAR NUESTRA RELACIÓN!


Consejos para superar tus vacaciones en pareja:

1. Poneos de acuerdo a donde ir de vacaciones.
2. Es imprescindible que a pesar de ir de vacaciones con la pareja, cada miembro tenga su espacio y su tiempo. Esto implica también respetar el tiempo y el espacio del otro.
3. En caso de que hayan puntos de vista opuestos, cada miembro de la pareja debe hablar con respeto, con aceptación y sin criticar. De esta manera evitaremos crear tensiones y disfrutar de todos los instantes de nuestras vacaciones.
4. Mantener una comunicación activa durante las vacaciones, esto quiere decir, no sólo escuchar, sino entender, recordar y participar en la conversación.
5. Lleva el sentido del humor en la maleta!


Consejo del profesional:

Si realmente te encuentras reflejado con lo expuesto en este artículo, quizás sería conveniente que te plantearas qué motivos han provocado llegar esta situación y que tienes que hacer para solucionarla, no pienses que todo se solucionará a la vuelta de las vacaciones. La vuelta a la rutina diaria no significará un alivio del malestar entre la pareja, la realidad nos indica que esta situación es una bomba, que con el paso del tiempo acabara estallando.

Por estos motivos, es recomendable acudir a un profesional en el ámbito de la pareja, que te pueda aportar los recursos necesarios para disfrutar de tu vida en pareja.



Isavel Verdejo y Paqui Martín
Psicólogas de PsicoEspai

martes, 19 de junio de 2012

¿QUE CLASE DE PERSONAS VAN AL PSICÓLOGO?


Estamos en una sociedad aparentemente abierta, en la que hemos de estar continuamente adaptándonos a los cambios de nuestro entorno, en la que apenas se lucha por lo que se desea, en la que a veces no se sabe lo que se necesita y es que en realidad, nos queda mucho por aprender...
Nos hemos acostumbrado a utilizar etiquetas muy generales para definir conceptos porque de este modo nos resulta más sencillo comunicarnos con los demás. Es cierto que de este modo nos ahorramos muchas explicaciones y compartimos una visión más o menos parecida del mismo concepto, pero esta manera de clasificar las palabras induce frecuentemente a errores y falsos prejuicios. Un caso claro de lo que intento exponer es el caso de la figura del psicólogo, que crea una idea errónea de lo que es su profesión.
Tiempo atrás los psicólogos estábamos bajo la etiqueta de “esoterismos y ciencias mágicas”, dando una visión surrealista y poco necesaria de nuestra profesión. Se creía que estos profesionales de la salud, con dotes paranormales, a simple vista ya conocían a las personas y lo que les iba a ocurrir. No es de extrañar que bajo esta visión se nos colgara el título de estafadores, ya que la información que puede extraer un psicólogo mirando a una persona, no es tan distinta a la de cualquier otro que observe de manera activa.

Tiempo más tarde y bajo el manto de “profesión inútil” nos encasillaron en meros oyentes de lo que les sucede a las personas. No es raro observar en los medios de comunicación, la figura del psicólogo en un despacho junto a un diván escuchando lo que el paciente le dice y dando consejos. Esta visión dista mucho de la realidad, ya que no somos consejeros o personas que se ganan la vida observando como otros “desnudan sus sentimientos”.

He redactado este artículo con la simple intención de hablarles de mi profesión y las personas que se benefician de ella.

La profesión del psicólogo es muy dura, pues trabajamos a diario con el sufrimiento humano. Cada persona que nos demanda ayuda es atendida como única y exclusiva, adaptándonos a sus necesidades y captando su realidad. Nuestro trabajo consiste en estudiar al otro, sentir su dolor, experimentar sus emociones, ver a través de sus ojos y escucharle como ni si quiera él es capaz de escuchar. Gracias a toda esta información y su experiencia en el manejo de las emociones y sentimientos, el profesional proporciona las herramientas necesarias para que el paciente pueda “por él mismo” superar su situación actual y mejorar su calidad de vida.

En la vida real, las personas hemos de aprender a adaptarnos al dolor, al sufrimiento, a la ansiedad y a todas aquellas emociones desagradables que experimentamos a diario.... la realidad es que las personas no toleramos el dolor y nos cuesta muchísimo aprender a gestionar emociones que no deseamos tener, nos encontramos con una lucha eterna entre lo que deseamos y lo que sentimos. Aquí es donde entra mi profesión.

Cuando las personas nos lesionamos físicamente, no tenemos ningún problema en asistir a nuestro médico de cabecera para que nos alivie el dolor. ¿Porque no somos capaces de ir al psicólogo cuando nos duele algo en nuestro interior que no sabemos apenas localizar?

Las personas que asisten al psicólogo son TODAS AQUELLAS QUE DESEAN POR SI MISMAS CONOCERSE Y APRENDER A MANEJAR MEJOR SU DOLOR Y SUFRIMIENTO. QUE DESEAN DETECTAR SUS PUNTOS DÉBILES Y MEJORARLOS.

Mi intención no es convenceros de nada, simplemente hablaros de mí y a lo que me dedico. Por cierto, mi nombre es Isabel y soy psicóloga.

Aprovecho para felicitar a todas aquellas personas que lejos de prejuicios y etiquetas me han concedido el placer de conocerlas y me han permitido ayudarles.


Muchas gracias.

Isabel.

jueves, 7 de junio de 2012

LA DEPRESIÓN: UN TÉRMINO DEL QUE SE ABUSA DEMASIADO


 Es muy habitual en nuestra sociedad y ritmo de vida, utilizar la frase : “ estoy deprimida” para resumir un estado de animo bajo o caracterizado por la tristeza como elemento que destaca por encima del resto.

Lo cierto es que existen distintos tipos de alteraciones en el estado de animo. La depresión es un trastorno del estado anímico que repercute seriosamente en la calidad de vida del que lo padece. Por ello es muy importante no utilizar el término a la ligera. La mayoría de las personas aprendemos a utilizar etiquetas para movernos por el mundo con mayor facilidad, sin embargo algunas etiquetas son un tanto injustas ya que provocan la pérdida de seriedad de aquellas personas donde la tristeza y el desánimo se ha apoderado de su día a día...

Lo mismo ocurre con otros términos como : “ paranoia”, “ locura”, “ demencia”, “ psicólogo”.... que lo único que consiguen es poner bajo una etiqueta un juicio erróneo.



Para todos/as aquellos que puedan tener alguna duda sobre la Depresión, vamos a explicar algunas de las características que la acompañan:


  • Pérdida significativa de peso provocada por la pérdida de apetito
  • Falta de motivación
  • Disminución de las relaciones sociales y situaciones de interacción
  • Cansancio
  • Desánimo
  • Alta sensibilidad
  • Reducción del deseo sexual
  • Disminución de la empatia
  • Necesidad extrema de encontrarse con la soledad

Es muy importante cuando la persona percibe algunos de estos indicativos, buscar ayuda externa, ya que uno mismo se boicotea su propio estado anímico. Es decir, cuando una persona está desanimada, disminuye la actividad física y al disminuirla, aun reducen más las ganas de hacer cosas... de tal modo que con el paso de los días termina ella misma “ castigada” por su propio estado de ánimo hasta tal punto que se deterioran sus relaciones sociales y personales.

             “ La mejor persona que puede levantarte el estado de ánimo eres tu misma”