lunes, 11 de marzo de 2013

“LA ACEPTACIÓN”: una palabra de fácil pronunciación pero complicada aplicación





En la sociedad donde nos encontramos es imprescindible que llevemos una adecuada relación con los demás, ya sea en el ámbito familiar, laboral, en el entorno donde residimos, con nuestras amistades e incluso con cada miembro con el que compartimos espacio físico, ya sea desconocido o conocido, ya que nuestro día a día, cualquier ser humano puede aportar-nos algo positivo, negativo o bien dejarnos indiferentes.


Para que nuestra gestión en las relaciones humanas, sea satisfactoria es fundamental que conozcáis el término
 “ ACEPTACIÓN”.  Esta filosofía de vida , nos viene a enseñar que existen una serie de principios básicos que seria importante aplicar no solo cuando tratamos con los demás, sino también con nosotros mismos, ya que aceptarse a si mismo, ayuda a detectar mejor nuestras fortalezas y debilidades para acercarnos cada día más, si así lo deseamos, a lo que deseamos ser.

Principio 1: Como ser humano, no puedes tener una sola calificación, pero sí pueden calificarse las diferentes partes de ti, al igual que las cosas que te ocurren: este principio nos viene a decir que hemos de intentar juzgar nuestras acciones, nuestros pensamientos en base a si nos ayudan o no, pero no hemos de generalizar hasta el punto de juzgar la persona en su conjunto.

Principio 2: Como ser humano, en tu esencia está el errar y el ser único: todos los humanos somos falibles, la importancia es saber que tras cada error hay una sabia lección. Este principio a veces implica un ejercicio de perdón que es importante aplicar tanto a uno mismo como a los demás.

Principio 3: Eres igual que los otros seres humanos en términos de humanidad compartida, pero distinto en muchos aspectos concretos: todos tenemos unas habilidades concretas y una personalidad definida, por tanto es absurdo entrar en comparaciones que nos pueden llevar a tener sentimientos negativos.

Principio 4: Cuando te aceptas incondicionalmente a ti mismo/a o a los demás, piensas de manera lógica y evitas la generalización de errores.

Principio 5: La aceptación incondicional de uno/a mismo/a o de los demás está íntimamente ligada a una filosofía flexible: cuando una persona es exigente consigo misma o con los de su entorno, tiene muchas más probabilidades de llevar una vida emocionalmente insana y rígida.


Principio 6: Cuando te aceptas incondicionalmente a ti mismo/a, tus emociones son sanas y tu comportamiento es constructivo: únicamente cuando una persona acepta todas las partes de su ser de una manera saludable, es cuando está dotado de todo lo necesario para llegar donde desee.

Principio 7: Si aún quieres calificarte, juzgarte ante circunstancias que no cambian en la vida, piensa en ti como alguien que vale la pena porque eres humano, estás vivo, eres único y estás en constante cambio.

Principio 8: La aceptación incondicional de uno/a mismo/a o de los demás, fomenta la acción constructiva, no la resignación: Aceptarse no significa resignarse. La aceptación incondicional significa verse de manera mucho más compleja y flexible..Cuando nos conocemos y aceptamos,  es más probable que veamos un posible cambio y estemos más motivados para la acción.

Principio 9: Puedes aprender a aceptarte incondicionalmente (pero nunca de manera perfecta ni constante): Aunque logres tener una mayor aceptación de ti mismo, esta no será siempre perfecta, puesto que la perfección no existe.

Principio 10: Asimilar la aceptación incondicional de uno/a mismo/a es difícil e implica trabajar duramente

Prinicpio 11: Asimilar la aceptación incondicional requiere fuerza y energía: una persona ha de estar dispuesta a iniciar este camino y propiciar un cambio en su filosofía de vida.


Si lees estos principios y decides llevarlos a cabo, te darás cuenta que no es sencillo, se trata de una tarea que se lleva a cabo lentamente y con constancia. Pero que a la larga te permite gozar de una mayor calidad de vida.

Frases para reflexionar:

“El primer paso hacia el cambio es la conciencia. El segundo paso es la aceptación”. (Nathaniel Branden)
“Una vez aceptemos nuestras limitaciones, iremos mas allá de ellas.” (Albert Einstein)
Si realmente quieres mejorar significativamente la conducta de los demás, cambia las imágenes que tienes de los roles de otras personas”. (Stephen Covey)
“Hay tantas realidades como puntos de vista. “(José Ortega y Gasset)
“El mundo real es mucho más pequeño que el mundo de la imaginación.” (F. Nietsche)

lunes, 25 de febrero de 2013

Artículo recomendado: "CINCO CONSEJOS PARA ECHAR A PERDER TU PAREJA"



Desde Psicoespai, les recomendamos la lectura de un breve artículo  extraído de un blog educativo del profesional Jesus Jarque. Adjuntamos enlace: 

http://familiaycole.com/2013/02/24/cinco-consejos-para-echar-a-perder-tu-pareja/

Para mayor comodidad, les adjuntamos el artículo entero:


Ya he comentado en anteriores ocasiones que la vida conyugal y de pareja necesita cuidados especiales. Algunas parejas parece que se han empeñado en echar a perder su relación y siendo lo más valioso de sus vidas, parecen tomar justo el camino que les lleva a la perdición.

Aquí te propongo cinco consejos que puedes seguir si lo que quieres es arruinar tu vida de pareja.

1º. LA LISTA DE REPROCHES
Para enquistar la vida en pareja, no hay nada mejor que sacar la lista de reproches y agravios siempre que se presente la ocasión. Aquello que se dijo una vez, que se hizo o que se dejó de hacer. No importa el tiempo que haya pasado, cuanto más antiguo sea, más valioso será. ¿Quieres acabar con tu pareja? Mantén viva en tu memoria y en tu corazón la lista de reproches y a recitarla cuando puedas.

2º. LO QUE RECIBES
Si lo que quieres es minar tu vida conyugal, no dejes de pensar en lo que recibes más que en lo que das. Cuanto más egoísta seas, mejor para acabar con la pareja. ¡Ah! Y como en la lista de agravios, siempre que tengas ocasión, reprocha lo mucho que tu das y lo poco que tú recibes en esta relación.

3º. VALORACIONES ABSOLUTAS
Valoraciones del tipo “siempre” o “nunca”, son imprescindibles para destruir el amor conyugal: “mi pareja nunca me escucha, siempre me infravalora, nunca cambiará, siempre me hace sufrir…”
No existen los términos medios: o nunca o siempre; que no falte en tus valoraciones.

4º. MÉTETE EN JARDINES
Si quieres seguir poniendo en riesgo total tu vida de pareja sé atrevido e ingenuo en la relación con otras personas y métete en cualquier jardín. Convierte a otras personas en “amigos o amigas especiales” con los que puedas desahogarte y ser confidente. Coquetea si es necesario y “déjate querer” si la ocasión se presenta: sé atrevido o atrevida en intimar, echa a volar tu imaginación sobre lo que podría ocurrir y si sobrepasas líneas rojas de complicidad, no temas, sé ingenuo o ingenua y piensa que tú tienes todo el control sobre tus sentimientos… y sobre los sentimientos de los demás.

5º. AMENAZA CON SEPARARTE
Por último, pon encima de la mesa cuando sea necesario la amenaza de la separación. Que te quede claro a ti y a tu pareja que es una posibilidad que está ahí y que además, no es tan remota: que en realidad la relación pende de un hilo y que si hay que separarse… no te temblará el pulso.

Pues ya sabes, si quieres echar a perder tu vida sentimental de pareja sigue estos cinco consejos:
       sigue estos cinco consejos:
  1. Saca la lista de reproches.

  2. Piensa más en los que recibes que en lo que das.

  3. Realiza valoraciones absolutas.

  4. Métete en jardines.

  5. Amenaza con la separación.






    Un saludo,

    Psicoespai.

jueves, 14 de febrero de 2013

Bye, bye a la Negatividad


Vivimos tiempos muy difíciles y complicados, la crisis económica, la situación general, nos empuja cada más hacia una negatividad intolerante.

La negatividad, como el miedo o la ansiedad, es una de las emociones más peligrosas con la nos podemos encontrar. Ésta, nos limita, no nos deja avanzar, no nos deja ver con claridad o ser objetivos, nos empuja a retroceder, a ir hacia atrás.

El miedo y la ansiedad son emociones que nos han ayudado mucho durante nuestra evolución, gracias a ellas hemos podido detectar el peligro y prepararnos para él, aunque debemos ir con cuidado a veces vemos un tigre donde hay un gatito, es importante intentar controlarlas. Pero la negatividad no realiza este tipo de función, al contrario es fruto de unos pensamientos insanos que nos arrastran y nos limitan. Mucha veces, es fruto de  pensamientos poco realistas que nos hacen imaginar / pensar en todo lo malo que nos podría pasar, omitiendo aquellos pensamientos positivos que son los verdaderos motores de nuestro día a día.

“HAY UNA FUERZA MOTRIZ MÁS PODEROSA QUE LA ELECTRICIDAD, EL VAPOR Y LA ENERGIA ATÓMICA: LA VOLUNTAD HUMANA”.
Albert Einstein


¿Qué ocurre cuando lo vemos todo con unas gafas negativas?

Piensa en cómo te sientes cuando lo ves todo negativo. Observarás sentimientos como la  tristeza, la apatía, la ansiedad, la desesperación... en resumidas cuentas, la  Infelicidad.

Es normal que ante un revés, nos sintamos mal durante algún tiempo, pero nuestra propia condición humana nos hace seres adaptables y después de un pequeño período de “duelo” habitualmente aceptamos lo ocurrido y nos adaptamos a nuestra nueva vida. La negatividad forma parte de la no aceptación de la situación, o bien de la saturación ante una cadena de situaciones difíciles. Actualmente nos encontramos más con este segundo caso: los recortes, la falta de recursos, el paro, la corrupción, la injusticia... nos bloquean, nos llenan de emociones desagradables, conduciéndonos a una negatividad general, contagiosa, y no siempre justificada.

  “Todo esto es cierto y real, pero ¿justifica que todo lo veamos mal?”
  

Mi negatividad

Piensa en las cosas que te conducen a esta negatividad, a veces nuestros pensamientos son nuestros peores enemigos. Lo que nos hace sufrir es la valoración que hacemos de todos los acontecimientos de nuestra vida. Alguien dijo “Sufrimos mucho por lo que nos falta y gozamos poco por lo que tenemos”.


Hazte las siguientes preguntas:

¿Qué te falta?

¿Qué tienes?

Reflexiona, ¿Que te quita la Felicidad?

Realmente ¿No puedes ser feliz?


*Después de estas breves reflexiones, la pregunta es:


¿Pero cómo lo hago?

Quizá sea más sano aprender a disfrutar de lo que ya tienes, aunque sea poco, para poder ser una persona positiva.

La vida está llena de obstáculos, algunos muy elevados, pero incluso de éstos puedes aprender, aceptándolos, buscando soluciones, aprendiendo a conocerte a ti mismo y metiendo-los en la mochila que te acompaña día a día en tu paseo por la vida.

El positivismo está relacionado con la fe y la confianza en ti mismo/a.  No hay “medicamentos mágicos” que te acorten el camino hasta lograr establecer en tu vida el lado positivo de las cosas, sin embargo ayuda mucho el intentar dejar a un lado los pensamientos negativos, aislar los sentimientos de fracaso. Para ello es imprescindible que inicies un proceso de descubrimiento de ti mismo, dedica un tiempo al día a escuchar tus propios pensamientos y seguramente te darás cuenta que predominan más los negativos que los  positivos... este es el momento de cambiar! Has de aprender a substituir los pensamientos insanos por otros más adaptativos.

No es un proceso lento y no todas las personas pueden hacerlos sin ayuda externa, por eso te proponemos que primero lo intentes verdaderamente y si consideras que por ti mismo te resulta complicado, no te preocupes ni te avergüences, acéptalo y solicita ayuda.


Como diría Paulo Coelho: “Cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca delante un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio”


Francisca Martín y Isabel Verdejo
Psicólogas de PsicoEspai

domingo, 30 de diciembre de 2012

Fin de año, ¿realmente puedo conseguir mis Propósitos?


Se acerca fin de año, y como todo el mundo en estas fechas,  tras hacer un breve balance de el año anterior, ya estas planeando como vas a empezar el año nuevo: de que modo puedes mejorar tus hábitos, que vas a hacer en el 2013, que  nuevos propósitos  son deseables para el año entrante, etc. Entre los objetivos o logros encontramos los que son más típicos como: dejar de fumar, perder peso, ir al gimnasio, etc., y algunos no tan típicos, acordes con la individualidad de cada uno de nosotros, pero propósitos al fin y al cabo.
Empezamos bien!!!, llenos de entusiasmo y ganas de iniciar esta nueva etapa con buen pie, pasa fin de año, tenemos nuestros propósitos y  el día dos como mucho nos ponemos a ello, pero…., pronto se tuerce, y los dejamos,  perdemos el entusiasmo que tanto nos cautivó días atrás y  los olvidamos. De modo que pasan a ser objetivos acumulados para años próximos....

¿Por qué no podemos cumplirlo?

No es que sea imposible conseguir un cambio en nuestra rutina, quizá sea el planteamiento que hacemos para conseguirlo.
Desde nuestro punto de vista existe una simple razón, no es el momento, simplemente por ser fin de año no es suficiente para poder realizar tareas tan importante como las indicadas. Dejar de fumar, por ejemplo, implica tener una buena forma alternativa de controlar la ansiedad, que hasta ahora controlábamos fumando, como por ejemplo ir al gimnasio. Hacer dieta, si es solo para perder unos kilos, seguro que no hay problema, pero realizar una dieta para perder bastante peso implica tener control medico y soporte emocional, es una tarea muy dura. O ir al gimnasio, sin una buena motivación es difícil mantener una rutina de este estilo.

¿Entonces, cual es un buen propósito para fin de año?

Simplemente es todo aquel para el que realmente estemos preparados. Por desgracia que se acabe el año no implica nada mágico que nos vaya a ayudar a superar nuestro día a día, así que si realmente quieres hacer algo importante, no es suficiente con desearlo, has de hacerlo, y para ello requiere de esfuerzo, preparación, confianza, motivación, y sobre todo, constancia.

Los cambios requieren tiempo, no podemos pretender cambiar varios años comportándonos de una determinada forma, en dos meses.

No te rindas!!!!

Y si necesitas ayuda, pídela.

“Los obstáculos son esas cosas espantosas que ves cuando apartas los ojos de tu meta” 


PsicoEspai, Centre d'Atenció Psicològica

sábado, 17 de noviembre de 2012

EL ACOSO ESCOLAR




EL ACOSO ESCOLAR

Cuando hablamos de Acoso escolar o “bullying” nos referimos a cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico que recibe un alumno/a por parte de otro u otros de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.

Las edades más habituales donde suele ocurrir el hostigamiento es a la entrada de la adolescencia, entre los 12- 14 años de edad, siendo el género femenino el más afectado.


¿COMO SABER SI UN NIÑO/A SUFRE ACOSO ESCOLAR?

Hay varios indicativos que nos pueden orientar si sospechamos que un alumno/a está sufriendo bullying. A continuación exponemos las características más comunes en estos casos, sin embrago no es necesario que se cumplan la totalidad de conductas para tratarse de acoso en el ámbito educativo.

  • Hay gritos y subidas de tono por parte de alguno o más de tus compañeros.
  • Hacen gestos de burla o desprecio hacia él/ella.
  • Hacen comentarios despectivos sobre su aspecto físico.
  • Acusan sin motivo de cosas o comentarios que no ha dicho.
  • Se meten con su forma de ser o mostrarse.
  • Tienden a inventarse mentiras sobre su persona
  • No le hablan, ni le permiten hablar
  • Tienden a estar pendientes de si comete alguna equivocación, para poder recurrir a la burla.
  • Le hacen el vacío: no quieren relacionarse con él, lo anulan, lo ignoran, etc.
  • Le amenazan.
  • Llevan a cabo conductas de provocación.




¿ QUE SE PERCIBE EN UNA VÍCTIMA DE ACOSO ESCOLAR?

A continuación exponemos los indicios que se pueden detectar en las actitudes de un niño/ a que está siendo víctima de bullying. No es necesario que ocurran todos ellos, pero si que es cierto que se trata de un patrón de consecuencias bastante común en las víctimas de acoso escolar.

*Cambios en el estado de ánimo: parece triste.
* Se muestra extraño
* Parece nervioso. Puede ocurrir que tenga miedos nocturnos, micción en la cama, tics nerviosos, irritabilidad, etc.
* Se muestra distraído, absorto en sus pensamientos, olvidadizo, asustadizo, etc.
* Finge enfermedades o intenta exagerar sus dolencias: dolores de cabeza, de tripa, etc.
* Presenta moratones, heridas, etc.
* Rehúsa ir a la escuela, expone objeciones varias, simula malestar.
* Falta al colegio y da explicaciones poco convincentes cuando se le pregunta el porqué o adónde fue.
* No tiene amigos para su tiempo de ocio.


¿POR QUE SUELE OCURRIR ESTO?

Cada persona tiene sus características personales y una imagen que muestra al mundo, según esta imagen y el entorno en el cual nos toque vivir, podemos encontrarnos con la aceptación o bien el rechazo de nuestro circulo social.

Cuando un niño/a, se mete con otro y empieza a molestarle, ya sea por diversión o en la búsqueda de reafirmar su rol en la escuela ( ser el popular, ser respetado o bien llamar la atención) , el resto de niños/as que están a su alrededor han de tomar una difícil decisión:

estoy con él o contra él?”

Por un lado, si defienden a la víctima, corren el riesgo de que les ocurra algo parecido y convertirse ellos en víctima también. Sin embargo, esta opción es la menos contemplada por los alumnos. La mayoría optan por no hacer nada y evitar el problema. El hecho de quedarse callados, está empeorando la situación, ya que permiten que los “ acosadores” se salgan con la suya y reafirmen su poder.


Muchas víctimas de acoso escolar, como consecuencia, empiezan a analizarse a si mimas con la intención de encontrar defectos o errores que puedan estar cometiendo, porque no entienden el motivo de que sus compañeros les estén haciendo eso. La realidad es que NO HAY NINGUNA CARACTERÍSTICA PERSONAL QUE TENGAN QUE EXPLIQUE PORQUE SUFREN ACOSO, SON COMPLETAMENTE IGUAL QUE SUS COMPAÑEROS. Suele ocurrir que al tratarse de personas que tienen capacidades que les hacen destacar del resto ( por ejemplo: personas pacíficas, alumnos con notas brillantes, los más divertidos, los más justos....), pueden llegar a despertar el interés de otros compañeros/as y convertirse en diana de acoso escolar.

Con todo esto, es importante entender que el PROBLEMA no está en la VICTIMA, sino en el ACOSADOR. Cualquier estudiante puede ser víctima, ya que siempre hay personas que están motivadas a meterse con otras, sean cual sean sus características.

CONSEJO PROFESIONAL:

El Acoso y la Violencia Escolar durante un tiempo prolongado, pueden generar daños psicológicos importantes como por ejemplo: problemas de auto-aceptación, baja autoestima, etc.
El tiempo aproximado para que se manifiesten estos daños puede variar en función de variables como el apoyo afectivo que reciban las víctimas en su entorno familiar, la duración del acoso, el apoyo de los compañeros...
Es muy importante considerar que en la adolescencia es la época que mayor relevancia tiene para la formación de las características personales y la creación del “ yo” como ser único, por ello es recomendable que cuando se observe un caso de bullying o bien uno mismo note que algo no va bien en la escuela, lo comunique con las personas de su entorno y recurra a un profesional de la salud para poder llevar a cabo una buena gestión del conflicto.


El maltrato entre compañeros tiene que ser comunicado a otras personas que no estén involucradas. No hay que dejar que el silencio lo aumente y dé pie al agresor a abusar con más intensidad”


 PSICOESPAI, Centro de atención psicológica

lunes, 8 de octubre de 2012

¿Por qué no debes gritarle a tus hijos?


¿Alguna vez habéis aceptado algo sin entender porque, de buena gana?

Por poner un símil actual, ¿Aceptáis todos los recortes a nivel de salud o educación que el gobierno esta aplicando, sin apenas explicaciones, de buena gana?

¿Os ayuda a entenderlo el hecho que cuando protestáis en la calle os griten o empujen?

Esta claro que es un ejemplo muy extremo, pero ideal para explicar porque es tan bueno gritarle a tu hijo, cuando no quiere obedecerte.

Los niños, con frecuencia, son exasperantes, les repites las cosas muchas veces, levantas la voz para ver si te entienden, intentas explicarles pero no te escuchan, y hasta que no pegas cuatro gritos no te prestan atención, entonces te toman en serio.

¿Qué les pasa?, ¿Son duros de oído?

Desde luego que no, los niños, como seres humanos individuales, realizan una valoración muy distinta a la tuya respecto a la importancia de las cosas, por ejemplo, como ordenar los juguetes, ¿no es mucho más divertido y cómodo tenerlos a mano por la habitación que en aburridos baúles o cajones? Y desde luego, no le expliques que el puré de verduras tiene vitamina A, B y C, y es súper sano para el / ella, porque por muy sano que sea, no sabe a chicle.

Y sinceramente, por muy alto que lo digas, seguirá sin entenderlo, al final posiblemente te obedecerá, no porque lo comparta, sino porque se lo ordenas. Repito ¿Cuándo fue la ultima vez habéis aceptado algo sin entender porque, de buena gana?

Y desde luego, ¿Qué crees que sucederá cuando ya no tenga miedo de los gritos, y por lo tanto le de igual?

Vamos a empezar hablando de lo que ocurre en los hijos/as cuando les gritamos:

¿Qué pasa cuando les gritas?

Lo primero que has de tener en cuenta es que por mucho que levantes la voz:

- Tu hijo no te entenderá mejor
-   Le estas transmitiendo nerviosismo, y posiblemente acabe llorando
 Cuanto más grites, más síntomas de estrés le estarás provocando
- Cuanto más grites, más problemas de conducta tendrá y por consiguiente más te desobedecerán
- Más problemas tendrán para relacionarse con sus semejantes, ya que aprenderán que el chillido es una herramienta para mandar, dando lugar a relaciones de abuso de poder en vez de relación entre iguales
- Es bastante probable que en la edad adulta presenten alguna patología emocional, como estrés, ansiedad, depresión, etc.
- De ningún modo seguirán el camino que quieres que sigan, ya que cuando gritas pierdes la razón de lo que dices y el mensaje no llega.

Y después de todo, seguirán sin escucharte, es posible, incluso, que sientan un resentimiento crónico hacia ti, ya que no acabarán de entender el motivo de tu comportamiento.


Llegados a este punto, seria interesante que nos planteásemos la siguientes pregunta: 

 ¿Alguna vez alguien te ha echado bronca, sin entender porque?

Sí la respuesta es afirmativa, la siguiente cuestión seria
¿Aprecias a esa persona?
¿Te gustó que te hablara de ese modo?
¿Entendiste porque te habló así

Ahora que ya hemos conseguido ponernos en el lugar del oyente y nos hemos dado cuenta de que quizás es absurdo gritar para que nos entiendan, seria interesante hablar de cómo hacerlo de otro modo, sin recurrir a elevar la voz.


Entonces, ¿Qué hago?

Con un poco de PACIENCIA, bueno, con mucha, puedes aprender como obtener la colaboración de tu hijo.

A veces es difícil controlarse, y más cuando llegamos a casa cansados de la jornada laboral,  todo esta revuelto, no nos hacen ni caso, etc. En ese instante, fruto de la desesperación,  sale el “grito” de forma automática, es incluso, desestresante, pero no nos ayuda en nada, ni a nosotros, ni desde luego, a ellos.

Vamos a visualizar ahora  la situación dese el punto de vista de un niño/a:

Imagínate.... “llegas a casa cansado / a del colegio, no esta mamá o papá, por lo tanto, decides jugar con tus juguetes para pasar el rato,  de repente llega mama, genial!!, por fin podrá jugar conmigo!!!, pero ella está cansada de trabajar y me manda  a  mi habitación y luego me dice:  recoge!, lávate las manos!, al baño, ponte el pijama!, como el puré (argggg!!), lávate los dientes, vaya rollo!!!!……”

Tus hijos necesitan de tu presencia y tiempo. Prioriza entre lo que es urgente e importante, lo que es importante, y lo que puede esperar. No somos súper mujeres / hombres, no te líes a hacer mil cosas en casa cuando llegues de trabajar, baja las expectativas, las obligaciones…

Siéntate con ellos, juega un rato, invítales a colaborar para hacer la cena, si ya son un poco mayorcitos, explícales porque se hacen las cosas, que el baño no sea un ritual, sino otra ocasión para disfrutar y jugar juntos.

En resumen, si quieres que tu hijo obedezca empieza con motivarle, refuerza las conductas que pretendes inculcarle (si un día recoge un libro y lo pone en su sitio, no veas solo que hay cinco libros más en el suelo).

Y por encima de todo ACEPTA  que no es un adulto, es un niño, quiere jugar, saltar, hacer cosas divertidas…., también ha de haber espacio para disfrutar. Y cuando sea hora de recoger, SE PACIENTE.


Paqui Martín
Isabel Verdejo

Psicólogas de PsicoEspai